Al menos seis personas murieron por el fuerte temporal que afectó entre la noche del domingo y la madrugada de hoy la región serrana del estado brasileño de Río de Janeiro, informó hoy la Defensa Civil.
Las seis víctimas estaban en viviendas que fueron sepultadas por deslizamiento de tierras en Petrópolis, municipio a unos 70 kilómetros de la ciudad de Río de Janeiro y uno de los principales centros urbanos de la región serrana.
La Defensa Civil teme que el número de muertos pueda ser mayor debido a que se registraron deslizamientos en otras regiones pobladas de Petrópolis y de ciudades vecinas como Duque de Caxias y Xerem.
En la ciudad de Río de Janeiro, una borrasca con lluvia y fuertes vientos también paralizó anoche la ciudad y dejó sin luz varios barrios.
Las lluvias causaron inundaciones en varios lugares de Petrópolis, principalmente en el centro de la ciudad, debido al desbordamiento de los ríos Quitandinha y Piabanha, y obligaron a la alcaldía a declarar estado de emergencia.
"El río Piabanha es el que más nos preocupa debido a que corta Petrópolis de punta a punta", afirmó el secretario de Medio Ambiente del estado de Río de Janeiro, Carlos Minc.
Además del desbordamiento de al menos doce ríos en el estado de Río de Janeiro, las lluvias causaron deslizamientos que taponaron varias carreteras regionales.
El gobierno regional de Río de Janeiro "movilizó toda su estructura, principalmente máquinas y camiones para poder liberar las vías obstruidas", según el secretario de Defensa Civil, Sergio Simoes.
De acuerdo con el secretario, en Petrópolis cayeron más de 300 milímetros de agua por metro cuadrado en un período de 24 horas, más de los 270 milímetros esperados para todo el mes de marzo.
"Lo más grave es que la previsión es que las lluvias prosigan durante todo el lunes. El alcalde le pidió a las personas que permanezcan en sus casas y decretó festivo escolar. Lo más preocupante es que, con el agua acumulada, puedan producirse nuevos deslizamientos de tierras", según Simoes.
Petrópolis, junto a sus vecinas Teresópolis y Nova Friburgo, fueron las ciudades más afectadas por las lluvias que a comienzos de 2011 dejaron cerca de un millar de muertos en la región serrana de Río de Janeiro, en la que está considerada como la peor tragedia natural ocurrida en Brasil.
