Cuarenta personas han muerto en los disturbios registrados en Bangladesh por la sentencia a muerte dictada ayer contra un líder del principal partido islamista del país, informó hoy la agencia estatal UNB.

Tras el fallecimiento el miércoles de 39 personas, la última víctima mortal ha muerto esta mañana cuando miembros del islamista Jamaat-e-Islami (JeI) apalearon a un seguidor del partido gobernante la Liga Awami en la norteña localidad de Sundarganj.

Los disturbios comenzaron después de que una corte en Dacca condenara a la horca al líder de JeI Delawar Hossain Sayedi por su implicación en crímenes de lesa humanidad en la guerra que en 1971 desencadenó la independencia bangladeshí de Pakistán.

Las protestas se extendieron por diferentes partes del país con enfrentamientos entre seguidores de JeI y su brazo juvenil con las fuerzas del orden bangladeshíes y activistas de la Liga Awami.

Desde que el líder islamista Abdul Kader, también del JeI, fuera condenado a cadena perpetua el pasado 4 de febrero por su papel en la guerra de 1971, el recrudecimiento de la violencia en el país asiático ha dejado al menos 54 muertos.

Mientras grupos antiislamistas se han manifestado para exigir penas más duras para los condenados, los seguidores de los islamistas han convocado varias huelgas para protestar por lo que consideran juicios políticamente motivados.

Hasta el momento dos líderes de JeI, que durante la guerra de independencia se alineó con Pakistán, han sido condenados a la pena de muerte, y uno a cadena perpetua.

En cumplimiento de una promesa electoral, la primera ministra bangladeshi, Sheikh Hasina, constituyó en 2010 un tribunal especial para juzgar los crímenes de la guerra de 1971, aunque la mayor parte de los imputados pertenecen a Jamaat-e-Islami.

En ese conflicto murieron 3 millones de personas y 2 millones de mujeres fueron violadas, según recuentos no oficiales.