El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ya ha registrado o está en proceso de registrar a 940.000 refugiados sirios en los países vecinos o del norte de África, según ha declarado el máximo responsable de la agencia, António Guterres, quien ha advertido de que el conflicto podría extenderse al resto de la región y convertirse en "un desastre que sobrepasaría la capacidad de respuesta de la comunidad internacional".

Durante una intervención ante el Consejo de Seguridad de la ONU, reunido ayer miércoles en Nueva York, Guterres advirtió de que la situación humanitaria que se vive dentro de Siria es "dramática, más allá de lo concebible", y que "la crisis de los refugiados se está acelerando a un ritmo dramático, mes a mes".

En abril de 2012, un año después del comienzo del conflicto, solo había 33.000 refugiados registrados en la región, explicó. "A fecha del lunes, ya hemos registrado, o se ha citado para registrarse, a 940.000 sirios en Oriente Próximo y el norte de África", y, desde principios de enero, la media de personas que han escapado del conflicto es de más de 40.000 por semana, informó.

Las cifras, prosiguió, son "imponentes", pero no reflejan el sufrimiento que se vive dentro de la propia Siria, donde se estima que hay dos millones de desplazados internos y más de cuatro millones de personas afectadas directamente por el conflicto armado. "No debemos olvidar al medio millón de refugiados palestinos en Siria afectados por el conflicto", advirtió, citado en la página de Internet de ACNUR.

Según el exprimer ministro portugués, tres cuartas partes de los refugiados sirios son mujeres y niños. Muchos de ellos han perdido a familiares y la mayoría se han quedado sin hogares, pertenencias y medios de vida, precisó. "Los niños pagan el precio más alto de todos", advirtió. "Miles de vidas jóvenes han quedado destrozadas por este conflicto y la futura generación de todo un país estará marcada por la violencia y por el trauma durante muchos años", lamentó.

Guterres recordó también ante los quince miembros del Consejo de Seguridad a los países de acogida de los refugiados, como Jordania, Líbano, Turquía e Irak, que están siendo "muy generosos" y "mantienen abiertas sus fronteras", pero también se enfrentan a "severas presiones" por esta causa.

Como ejemplo citó el caso de Líbano, que con una población de cuatro millones de habitantes ha experimentado un incremento demográfico de un diez por ciento únicamente a causa de la llegada de refugiados sirios. Guterres tiene previsto visitar Turquía, Jordania y Líbano entre los días 10 y 15 de marzo.

"Se debe reforzar urgentemente la solidaridad internacional en apoyo de los países de acogida", aseveró. "No es cuestión solo de solidaridad, sino incluso de interés propio", ya que "ayudarles a afrontar las consecuencias de la crisis de refugiados es imprescindible, en la misma medida en que la preservación de la estabilidad económica y social" de estos países "es esencial para los intereses de todos".

"El momento de la verdad"

António Guterres manifestó también ante los miembros del Consejo de Seguridad que Siria se aproxima al "momento de la verdad" y que la comunidad internacional no debe permitir que se deteriore aún más la situación.

En este sentido, el máximo responsable de ACNUR advirtió de los posibles efectos del conflicto sirio en el resto de la región. "Lo que está sucediendo actualmente en Siria amenaza con convertirse muy rápidamente en un desastre que sobrepasaría la capacidad de respuesta de la comunidad internacional en materia política, de seguridad y ayuda humanitaria", aseveró.

"No se debe permitir que suceda", declaró. La comunidad internacional debe prepararse "a afrontar consecuencias imprevisibles en caso de que la situación en Siria explote", alertó.