Cisjordania vive uno de los momentos más tensos del último año, cuando falta un mes para la visita del presidente de EEUU, Barack Obama, a Israel y Palestina. Las protestas por la situación de los presos palestinos en las cárceles israelís se han multiplicado. El ambiente es "explosivo, similar al de la víspera de la primera Intifada" de 1987, comentó a este diario un político palestino. Pero el Ejército israelí no piensa lo mismo. "A pesar del aumento de los incidentes, no estamos a las puertas de la tercera Intifada", aseguró un portavoz militar.
Esta ciudad cisjordana vivió ayer nuevos enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas israelís. También se produjeron disturbios en Ramala y otros puntos de Cisjordania, donde el fin de semana tuvieron lugar incidentes que acabaron con heridos por piedras, gases lacrimógenos y balas de goma.
El detonante de las protestas de ayer fue la muerte, el sábado, del recluso Arafat Yaradat, de 30 años, en la prisión israelí de Meguido. Según el Servicio de prisiones, la autopsia indica que murió por un paro cardíaco.
Pero grupos palestinos pro-derechos humanos insinuaron que podría haber fallecido poco después de ser interrogado por el Shin Bet (servicios de seguridad interna de Israel). Kameel Sabbagh, abogado del ministerio palestino de Asuntos de Detenidos, aseguró haber estado en la última comparecencia de Yadarat ante el juez y que el preso presentaba signos de haber sido torturado. "Tenía la espalda doblada y parecía enfermo y fragil, psicológicamente estaba muy mal", dijo el abogado para advertir que, pese a su petición, el no fue visitado por ningún médico.
El primer ministro palestino, Salam Fayad, pidió que se investiguen las "verdaderas circunstancias" de la muerte de Yaradat, arrestado hace tres meses. La mayoría de los 4.500 presos palestinos en Israel rechazaron comer ayer para protestar por la muerte de Yaradat.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pidió a la ANP que tome "todas las medidas necesarias para calmar la situación en Cisjordania" y ordenó liberar los fondos del mes de enero que colecta para la Autoridad Nacional Palestina en concepto de aduanas y que mantiene retenidos.
