El secuestro de siete miembros de una familia francesa (cuatro de ellos niños) en Camerún tuvo ayer a París en vilo. El anuncio de su liberación por parte de la agencia France Press, que citaba a un mando del Ejército de Camerún, fue desmentido por el Gobierno de este país y por las autoridades de Francia y de Nigeria, donde al parecer están los rehenes. Aunque se atribuye a una secta relacionada con Al Qaeda, el secuestro no ha sido reivindicado.

La mezcla de rumores e informaciones contradictorias añadieron confusión a un drama que ha conmocionado al país. Un ministro anunció la liberación en el Parlamento y luego tuvo que retractarse y pedir disculpas mientras un miembro de la embajada francesa en Camerún hablaba de una operación en curso. Según la web del diario Le Figaro , los secuestradores estaban ayer rodeados por el Ejército en una población del norte de Nigeria y las fuerzas de seguridad negocian con los captores. El presidente, François Hollande, dijo que los rehenes están siendo localizados --París ha enviado agentes especiales a la zona-- y que habían sido divididos en dos grupos.