El ministro de Información de Siria, Omran al Zoubi, ha manifestado este miércoles que el Gobierno "es persistente" en su oferta de diálogo "incluso si la violencia continúa", ya que considera que el proceso "reducirá el nivel de violencia y creará una nueva atmósfera para aplicar la ley y consolidar la seguridad".

Al Zoubi ha reiterado la voluntad de Damasco de iniciar un proceso de diálogo "que no excluya a nadie" para "discutir los asuntos pendientes, profundizar la democracia, acudir a las elecciones y abrir un proceso político que satisfaga la voluntad de los sirios", según ha informado la agencia estatal siria de noticias, SANA.

"La invitación está abierta a todos los sirios en el interior y en el exterior (...) el Estado ha dado todas las garantías y herramientas logística para que la oposición en el extranjero pueda participar en un diálogo profundo y serio", ha agregado.

Asimismo, ha valorado que la postura internacional ha cambiado y se ha acercado a la posibilidad de mantener un diálogo después de que haya quedado claro que es "imposible" que se "derroque" al Gobierno "por la fuerza".

Por último, Al Zoubi ha criticado al enviado especial conjunto de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Lajdar Brahimi, por "ignorar" el programa político propuesto por Damasco.

Tanto el Gobierno como la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y de la Revolución Siria (CNFORS) han abogado por un proceso de diálogo, si bien hasta el momento no hay acuerdo respecto a los condicionantes o el lugar de celebración.

El martes, el primer ministro de Siria, Wael al Halqi, reiteró la disposición del Gobierno para conseguir que el diálogo con la oposición "sea un éxito", al tiempo que apuntó que "no hay intención de excluir a nadie, ya que la propuesta está abierta a todo el pueblo sirio".

Propuesta de Al Jatib

El líder de la formación opositora, Moaz al Jatib, se ofreció en enero a negociar con el vicepresidente sirio Faruk al Sharaa una fórmula para la salida del poder de Al Assad en las "zonas libres" del norte del país, si bien amplió posteriormente su oferta a todos los miembros del Ejecutivo "que no tengan las manos manchadas de sangre".

De cara a una eventual reunión, Al Jatib ha puesto como condiciones la liberación de miles de presos políticos encarcelados en el marco del levantamiento popular contra el Gobierno sirio y la renovación de los pasaportes de los opositores que se encuentran en el extranjero.

En respuesta, el ministro de Reconciliación Nacional de Siria, Alí Haidar, dijo al diario británico 'The Guardian' que está dispuesto a reunirse con Al Jatib en una ciudad extranjera, aunque poco después matizó sus palabras, descartando haber hecho dicha proposición y recalcando que el diálogo debía llevarse a cabo en territorio sirio.

No obstante, Al Halqi aseguró que el Gobierno "está abierto a todas las iniciativas para solucionar la crisis política" siempre que garanticen la soberanía, la unidad y la estabilidad de Siria" y que no haya "injerencias extranjeras en los asuntos internos" del país árabe.

Tres semanas antes de la propuesta de Al Jatib, el presidente sirio hizo una oferta de diálogo a la oposición para tratar de desencallar el conflicto que azota al país. Sin embargo, la CNFORS no se ha pronunciado de forma unánime al respecto, si bien algunos sectores de la oposición la han criticado por las condiciones previas.

Naciones Unidas calcula que desde marzo de 2011, cuando comenzó el levantamiento popular contra el Gobierno de Al Assad, unas 70.000 personas han muerto a causa de los combates entre las fuerzas gubernamentales y rebeldes.

El Gobierno atribuye gran parte de las víctimas a los grupos terroristas que actúan en el país árabe --según ha denunciado insistentemente-- con la financiación y el apoyo material de Arabia Saudí, Qatar y Turquía, entre otros.