Los liberales alemanes (FDP), socios de la cancillera Angela Merkel en el Gobierno federal, están pasando por uno de los momentos más difíciles de su historia. Las adversidades se concentran ahora en Rainer Brüderle, un veterano de 67 años que hace una semana fue designado para encabezar la candidatura en las elecciones generales. A los pocos días, la revista Stern publicó un perfil del candidato en el que su autora, la periodista de 29 años Laura Himmelreich, explica las insinuaciones, las miradas y los gestos que Brüderle le dedicó hace un año durante una jornada festiva organizada por el partido. Además de hacer referencia a lo bien que quedarían sus pechos en un determinado modelo de vestido, el político, siempre según la reportera, añadió: "Los políticos no se pueden resistir a las mujeres periodistas".

"La mirada de Brüderle se dirigía a mi pecho. Durante nuestra conversación, tomó mi mano y me la besó", abunda Himmelreich. "Había cenado, bailado y bebido algunas copas de vino blanco", escribe en el último número de Der Spiegel la periodista Christiane Hoffmann, que también asistió al acto festivo de enero de 2012.

Según la narración de Himmelreich, sobre la una de la madrugada la portavoz de Brüderle le hizo una señal con la que le advertía de que era hora de retirarse. El político se despidió de la mayoría pero le dedicó más tiempo a la periodista de Stern . Himmelreich asegura que el candidato del FDP situó su rostro "muy cerca" del suyo.

Los hechos han generado un encendido debate en Alemania, hasta el punto de ser el tema único de uno de los programas de tertulia con más audiencia de la televisión pública, visto por más de cinco millones de personas.