Las autoridades de Israelhan boicoteado una reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en la que se pretendía criticar algunas de las políticas de Tel Aviv sobre su trato a los palestinos que viven en Gaza y Cisjordania. El embajador polaco y presidente del Consejo, Remigiusz Henczel, ha retrasado la reunión para decidir de forma conjunta --con los 47 miembros que componen el organismo-- cómo proceder ante "una cuestión importante y una situación sin precedentes".

Israel suspendió las relaciones con dicho órgano de la ONU debido a lo que consideraba injerencias en sus asuntos por las críticas vertidas contra el país por no respetar los derechos de los palestinos, aunque Tel Aviv asegura que sólo protege su seguridad. La última vez que se trató el tema de Israel fue en diciembre de 2008.

El representante de Amnistía Internacional en Ginebra, Peter Splinter, ha señalado en su blog que "como el único país entre 193, la ausencia deliberada de Israel supone el sabotaje del principio de universalidad".

La embajadora estadounidense ante el Consejo, Eileen Chamberlain Donahoe, declaró la semana pasada que habían solicitado a las autoridades israelíes que acudieran a la institución para que "presentaran su propio relato sobre la situación de los Derechos Humanos".