Tras el secuestro masivo de occidentales en In Amenas (Argelia), Hollande ha dado un giro radical a la estrategia francesa frente al terrorismo. París no pagará más rescates por los rehenes para no alimentar más a los terroristas. La guerra pasa por delante de la vida de los secuestrados.

Hollande recibió recientemente en el Elíseo a los familiares de los ocho ciudadanos franceses en manos de Al Qaeda y de grupos islámicos, para explicarles este cambio de política insistiendo en que el Ejército hará lo posible por salvar sus vidas. Se sitúa así en la línea de Gran Bretaña.