Una columna de soldados franceses y malienses llegaron ayer hasta las puertas de la mítica ciudad de Tombuctú, un día después de reconquistar Gao, el enclave islamista más importante del norte de Mali. Al mismo tiempo, la aviación francesa bombardeaba objetivos en Kidal, todavía en poder de los grupos islamistas, a unos 1.500 kilómetros de distancia de la capital, Bamako.

La avanzadilla de las tropas aliadas alcanzó las afueras de Tombuctú "sin hallar ninguna resistencia", según un alto mando del Ejército maliense, que añadió que la principal preocupación era ahora garantizar la seguridad de bienes y personas. "En Gao hubo saqueos y daños a la propiedad. Queremos evitar las mismas escenas en Tombuctú y otros lugares", precisó la misma fuente.

La noticia de la inminente liberación de Tombuctú, la histórica ciudad de los 3.000 santos, que cuenta con numerosos mausoleos declarados Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, emocionó a los habitantes de este enclave que en su día huyeron hacia el centro de Mali.

VENGANZA Algunos evocaron la voluntad de vengarse de los islamistas, que al ocupar la ciudad, el año pasado, destruyeron numerosos mausoleos e impusieron una aplicación rigorista de la sharia (ley islámica).

"Nos golpeaban cuando fumábamos, cuando escuchábamos música. Les haremos pagar por lo que nos hicieron. También les golpearemos", prometió a la agencia AFP Amadou, un joven estudiante de Tombuctú que se encuentra ahora refugiado en Mopti.

En la ciudad de Kidal, los bombardeos de la aviación francesa destruyeron un campamento militar, además de la casa de Iyad ag Ghali, líder del grupo salafista Ansar al Dine. Según apuntaron fuentes malienses, tras los bombardeos de los franceses, Ghali y el argelino Abu Zeid, uno de los emires de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) han tenido que buscar refugio en las montañas de esta zona.

La situación en Mali está causando una "gran preocupación" en la Cruz Roja Internacional, como consecuencia de la dificultad que existe para gestionar la crisis humanitaria. El conflicto ya ha provocado un total de 150.000 refugiados y 230.000 desplazados internos.