Al menos 50 personas, incluidos policías, han resultado heridas en Dacca durante una protesta de activistas islamistas contra el proceso a sus líderes por cargos que emanan de la guerra de independencia de hace 40 años, según fuentes policiales y testigos.

Los manifestantes han hecho estallar petardos y han lanzado ladrillos contra los policías que intentaban dispersarles con gases lacrimógenos, porras y algunos disparos al aire, según testigos.

"Los islamistas han atacado decenas de vehículos y han prendido fuego a dos autobuses en la zona comercial de Motijheel y en otras zonas de la ciudad", ha indicado un responsable policial.

La Policía ha detenido a unos 20 activistas, según periodistas en el lugar de los hechos, y los enfrentamientos han perturbado el tráfico en el centro de la ciudad. También se han producido protestas similares en la localidad norteña de Rajshahi y en la ciudad de Chittagong, en el sureste.

Bangladesh formaba parte de Pakistán tras el fin del régimen colonial británico en 1947 pero se separó en 1971 tras una guerra entre nacionalistas bangladeshíes, respaldados por India, y las fuerzas paquistaníes. Algunas facciones dentro Bangladesh eran contrarias a la escisión de Pakistán.

A mediados de 2011 comenzó a funcionar un tribunal de crímenes de guerra para investigar algunos de los actos de violencia ocurridos en los nueve meses que duró la guerra en la que murieron hasta tres millones de personas y miles de mujeres fueron violadas.

La semana pasada, el tribunal emitió su primer veredicto, condenando a un exmiembro del partido Jamaat-e-Islami y conocido predicador islámico, Abul Kalam Azad, a muerte en ausencia. Azad está en paradero desconocido desde el pasado mes de abril, pero el Gobierno asegura que está tratando de encontrarle.

Azad fue acusado de colaborar con las fuerzas paquistaníes en el asesinato de hindúes, una minoría en este país de mayoría musulmana. En un caso, fue acusado de matar a al menos doce hindúes disparando de forma indiscriminada junto a soldados paquistaníes.

Jamaat ha sido acusado de ayudar al Ejército paquistaní en actos de violencia, algo que niega el partido. Otras once personas, nueve de ellas dirigentes de Jamaat, están siendo juzgadas. En los últimos meses, activistas de Jamaat y miembros de su ala estudiantil han llevado a cabo violentas protestas en Dacca y otras ciudades, reclamando el fin de los juicios.

Human Rights Watch ha señalado que la ley en virtud de la cual están siendo juzgados los imputados no cumple con los estándares internacionales de debido proceso. El partido gobernante de la primera ministra Sheij Hasina, que estableció el tribunal, ha negado las acusaciones de parcialidad.