Agentes antidisturbios han irrumpido a primera hora de este viernes en unas cocheras del metro de Atenas para dispersar una sentada de trabajadores que se negaban a acatar la orden del Gobierno griego de volver al trabajo tras nueve días de huelga, ha informado un responsable policial.

Los agentes irrumpieron poco después de las 4:00 horas (3:00 hora española) en el lugar y se produjeron algunas escaramuzas, tras los cual procedieron a detener a al menos diez trabajadores, ha indicado el responsable, que ha pedido el anonimato. Según esta fuente, una mujer fue trasladada al hospital con heridas leves.

Ayer, el Gobierno de Antonis Samaras había invocado sus competencias en situaciones de emergencia para ordenar a los trabajadores del servicio de metro que vuelvan a sus puestos de trabajo tras ocho jornadas consecutivas de huelga, al tiempo que les advirtió de que, en el caso de que no cumplan su exigencia, podrían ser arrestados. Esta es la primera ocasión en la que el Ejecutivo recurre a esta ley desde que llegó al poder en junio de 2012.

Sin embargo, los empleados de metro han ignorado la orden. Unos 90 trabajadores han permanecido en las cocheras durante la noche en protesta. Los huelguistas se niegan a ser incluidos en un plan de salario unificado para todos los empleados del sector público que supondría una bajada de sus sueldos.

Por otra parte, los empleados de los autobuses y los trenes han decidido llevar a cabo este viernes una huelga en solidaridad con los trabajadores de metro, por lo que en Atenas no se prevé que haya transporte público esta jornada.

El Gobierno de Samaras ha adoptado una postura radical respecto a la huelga, pese a las críticas de su socio más pequeño de coalición, Izquierda Demócratica, que ha pedido más diálogo. Por su parte, los socialistas del PASOK han respaldado la decisión de Samaras, que lidera Nueva Democracia (conservador).

"Cuando una acción laboral es considerada ilegal y abusiva, la ley tiene que aplicarse. Todo el mundo ha hecho sacrificios y nadie puede pedir ser una excepción", ha defendido este viernes el portavoz del Gobierno, Simos Kedikoglou, en la cadena estatal TV NET.