Las mujeres de las Fuerzas Armadas de EEUU podrán combatir en primera línea de fuego. El secretario de Defensa, Leon Panetta, que no va a seguir en el cargo en el segundo mandato de Barack Obama, acaba de decidir acabar con la exclusión vigente en tiempos pasados. Se espera un anuncio oficial este jueves tras el que el Ejército, los Marines y otros servicios militares empezarán a desarrollar planes para abrir puestos de trabajo para las mujeres en unidades de combate como las de Infantería.

El veto de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos a que las mujeres sirvieran en primera línea de combate era un sinsentido difícil de explicar o de justificar, especialmente tras la última década en que las mujeres han tenido que librar combate en primera línea en los conflictos de Irak y Afganistán. Para algunas soldados incuso ha sido causa para llevar al Pentágono a los tribunales.

Una fuente militar ha explicado a la CNN que el cambio no se aplicará inmediatamente y que el Ejército de Tierra y el cuerpo de Marines, en particular, examinarán los requerimientos físicos y las acomodaciones que hay que hacer en unidades para que seas neutras en cuestión de género, evaluaciones de cuyos progresos los mandos preparán informes cada 90 días analizando la evolución. Panetta va a marcar enero del 2016 como fecha para tener todas las evaluaciones completas.

Aproximadamente el 15% de las fuerzas militares de EEUU son mujeres y la realidad de los últimos conflictos armados en que ha participado EEUU había forzado una revisión del veto en los últimos años. El año pasado, por ejemplo, se abrieron 14.500 puestos de trabajo para mujeres y se derogó una norma que les impedía vivir con unidades de combate. Recientemente la marina anunció que permitirá a mujeres servir en submarinos.

Reglas

Y un informe del propio Ejército de Tierra reconoció que "la naturaleza del actual campo de batalla hace imposible aplicar estrictamente las reglas existentes para excluir mujeres de combate sin reducir seriamente las capacidades de combate, degradar el desarrollo profesional y con ello el estatus de las mujeres y produciendo una reducción potencialmente grave de preparación general".

En noviembre, cuatro mujeres soldado arropadas por la Unión Americana de Libertades Civiles demandaron al Pentágono y a Panetta por la política de exclusión. Alegaron que ya estaban sirviendo en papeles de combate pero sin el reconocimiento correspondiente. Una de las demandantes, Mary Jennings Hegar, ha estado dos veces desplegada en Afganistán y tuvo que cruzar fuego con enemigos en un rescate a otro soldado. "Poner a la persona adecuada en el puesto adecuado tiene muy poco que ver con el género, la raza, la religión u otro factor demográfico", denunció entonces Jennings, que aseguró que la política de exclusión "dificulta mucho ver las capacidades de alguien y en cambio refuerza estereotipos sobre género (¿). Las mujeres disparan, llevan a camaradas heridos hasta lugar seguro, pelean con el enemigo y llevan haciéndolo años. Arriesgan sus vidas por el país".

Se espera que Panetta abandone la secretaría de Defensa a mediados de febrero. El elegido de Obama para sustituirle, el senador Chuck Hagel, que aún debe ser confirmado en el Congreso, ya ha sido avisado de su decisión sobre las mujeres.