El 26,7 por ciento de los israelíes llamados a las urnas han depositado sus votos hasta mediodía, lo que supone un 3 por ciento más que en los anteriores comicios de 2009 y la participación más alta desde 1999, según ha informado la Comisión Electoral, que espera que hoy se alcance un récord de votantes.

Más de 5,65 millones de israelíes están llamados a votar desde las 7:00 hasta las 22:00 horas (las 20:00 horas en algunos colegios electorales) en los más de 10.000 centros de votos repartidos en todo el país.

El comisario de la Policía israelí, Yohanan Danino, ha indicado que en comparación con anteriores elecciones, no se han producido incidentes inusuales. "Realmente es una celebración de la democracia", ha valorado. Según Danino, los agentes solo han tenido que gestionar algunos sucesos aislados que no han perturbado el voto.

Entre los que ya han depositado su voto figura el presidente, Simon Peres, que ha votado en Jerusalén. "Hoy el estado está pidiendo a los ciudadanos que voten por un país libre, bonito y democrático", ha declarado, deseando éxito a todos los candidatos y animando a los israelíes a ejercer su derecho de voto.

Uno de los primeros en votar ha sido el primer ministro, Benjamin Netanyahu. "Pese a no ser un día lluvioso, espero que haya una lluvia de votos" para Likud-Israel Beiteinu, la coalición que lidera, ha afirmado. "Likud-Beitenu representa a toda la nación. Cuanto más fuerte sea la coalición, más fácil será liderar Israel con éxito", ha manifestado.

La coalición que encabeza el primer ministro concurre como clara favorita, aunque, según las encuestas no logrará una mayoría suficiente para gobernar en solitario y tendrá que elegir entre pactar con los partidos de centro e izquierda o con la derecha ultraortodoxa.

Tras votar en un colegio electoral en Jerusalén, Netanyahu y sus dos hijos se han dirigido al Muro de las Lamentaciones, donde el primer ministro ha dejado una nota que rezaba: "Con la ayuda de Dios, por el futuro de Israel", según el 'Yediot Ahronot'.

El líder de Hogar Judío, Naftali Bennett, cuyo partido ha ido ganando apoyos en las últimas encuestas y podría conseguir hasta catorce diputados arrebatando votos al Likud, también ha votado ya. "Cuando veo a todo el mundo --laicos, religiosos, árabes, drusos-- uniéndose a Hogar Judío, sé que esto es el comienzo de algo nuevo para la nación de Israel", ha manifestado.

Por su parte, la líder del Partido Laborista, Shelly Yacimovich, que ha votado en Tel Aviv, ha animado a sus partidarios a votar. "Esto no es un sueño, puede conseguirse, unos pocos escaños más y Bibi (Benjamin Netanyahu) no será primer ministro", ha augurado. "Salid de vuestras casas, no seáis vagos y podremos lograrlo", ha instado.

La exministra de Exteriores Tzipi Livni, que se presenta al frente de su propia lista, ha aprovechado para pedir el voto. "Cualquiera que entienda que las políticas de Netanyahu deben cambiar, debería darme el poder de cambiar la trayectoria y tomar las riendas", ha reclamado, subrayando que "habrá decisiones dramáticas".

También han votado los líderes de otros partidos como el de Yesh Atid, Yair Lapid, que ha destacado que es la "primera vez" que vota por sí mismo, el del Kadima, Saul Mofaz, o la del Meretz (izquierda), Zahava Gal-On, que ha confiado en alcanzar los diez escaños.