El año electoral alemán, que culminará en septiembre con las generales, empieza hoy en Baja Sajonia, el cuarto estado federado más poblado del país. Algo más de seis millones de electores decidirán entre una coalición conservadora, formada por la Unión Cristianodemócrata (CDU) y los liberales del FDP, o la rojiverde que integran los socialdemócratas (SPD) y Los Verdes.

En un país donde las coaliciones son una tradición, la contienda electoral de hoy no es entre partidos sino entre coaliciones. Y la lucha está muy igualada: la encuesta más reciente, difundida el pasado jueves, otorgaba una clara superioridad al candidato democristiano, David McAllister, con un 41%, frente al 33% de su rival socialdemócrata, Stephan Weil, alcalde de Hannover, capital del estado.

Sin embargo esta ventaja no le servirá de nada a McAllister si sus actuales socios del FDP no alcanzan el umbral del 5% indispensable para entrar en la Cámara regional. La encuesta publicada el jueves daba a los liberales exactamente este porcentaje, pero sondeos anteriores le habían llegado a rebajar hasta el 3%. Mientras, los potenciales socios del SPD, Los Verdes, llegan al 13%. Es decir, las previsiones anuncian un empate entre las dos coaliciones.

La superioridad de la cancillera Merkel para las generales es incuestionable (42% frente al 26% del SPD). Sin embargo, necesita que sus socios liberales no caigan por debajo del 5%, lo que las encuestas auguran.

Las elecciones de hoy en Baja Sajonia tienen un factor añadido para Philip Rösler, presidente de los liberales, pues se trata de su land. Si su partido no supera el porcentaje mínimo, no le quedarán a Rösler muchas más opciones aparte de dejar su puesto de ministro de Economía y vicecanciller en el Gobierno de Merkel. Las elecciones de hoy son una importante prueba también para Peer Steinbrück, candidato a la cancillería por el SPD.