El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha condenado los "atroces" acontecimientos sucedidos en una central de gas en el sureste de Argelia, que fue asaltada por un grupo escindido de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y posteriormente bombardeada por el Ejército argelino.

En un comunicado, el Consejo de Seguridad ha expresado su "profundo pésame y sus sinceras condolencias a las víctimas de estos atroces sucesos, sus familiares, y a los pueblo y los gobiernos de Argelia y de aquellos países cuyos ciudadanos se hayan visto afectados".

"Los miembros del Consejo de Seguridad condenan en sus más enérgicos términos el ataque terrorista en In Amenas (Argelia), lanzado el 16 de enero y que causó numerosos muertos y heridos", añade en el comunicado el presidente de turno del organismo, el embajador permanente de Pakistán ante la ONU, Masud Jan.

Hasta el momento, doce rehenes y 18 secuestradores han fallecido en el gran complejo de In Amenas, en el que trabajaban personal estadounidense, francés, japonés, irlandés, noruego, británico y argelino, entre otras nacionalidades.

El Consejo de Seguridad remarca "la necesidad de llevar ante la Justicia a los perpetradores, organizadores, financiadores y patrocinadores de estos censurables actos de terrorismo". Por ello, apremia a la comunidad internacional a "cooperar de forma activa" con las autoridades argelinas en esta operación.

ACTO DE TERRORISMO

Así pues, el Consejo de Seguridad reincide en su "determinación para combatir todas las formas de terrorismo" que encarnan "una de las más serias amenazas a la seguridad y la paz internacionales".

"Cualquier acto de terrorismo es criminal e injustificable, con independencia de su motivación y dónde, cuándo y quién lo haya cometido", apostilla.

Más de 670 rehenes --573 argelinos y alrededor de un centenar de extranjeros-- han sido liberados, de acuerdo con la agencia estatal argelina, APS. Los combates entre los milicianos del grupo 'Firmantes con sangre' y los soldados argelinos prosiguen, dos días después del inicio de los bombardeos y tres del secuestro de la central.

No obstante, aún existe confusión sobre el número de víctimas y de rehenes, así como sus nacionalidades y el estado de muchos de ellos, a tenor de las últimas informaciones publicadas por los medios locales e internacionales.