El Ejército argelino está acostumbrado a la guerra. Primero, combatió a Francia en la guerra de la independencia y, desde los 90, libra una guerra sin cuartel contra los salafistas yihadistas, en la que siempre ha recurrido a la fuerza bruta. Por esta razón, al Gobierno del Argel no le tembló el pulso a la hora de lanzar la operación de asalto contra la planta de gas tomada por un comando yihadista.

Los terroristas pretendían trasladar a sus rehenes a Malí para ejercer presión en las cancillerías occidentales contra la operación francesa en curso en ese país africano. Lo frenó el cuerpo de élite del Ejército argelino --un Grupo de Intervención Especial-- desplazado a la zona de Ain Amenas y armado con misiles y lanzacohetes, además de otro armamento sofisticado.

CIEN MIL MUERTOS El Ejército argelino es el poder fáctico absoluto en el régimen desde la independencia de Francia, en 1962. Desde entonces y hasta el derrumbe de la Unión Soviética, Moscú fue el principal proveedor de armamento de Argel. Con 35.000 hombres en la Infantería, 75.000 reclutas y una fuerza paramilitar de 200.000 miembros, el Ejército de Argelia está considerado el mejor entrenado y dotado del Magreb.

La historia contemporánea argelina se ha escrito con sangre. En los 90, el Ejército se batió y venció en un cruento conflicto civil que se cobró más de 100.000 vidas. De los rescoldos del ilegalizado Frente Islámico de Salvación (FIS) y del Grupo Islámico Armado (GIA) nació Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), la franquicia local de la organización terrorista creada por Osama bin Laden, que aprovecha la miseria y desesperación de las poblaciones de esta zona del Magreb y del Sahel para reclutar mercenarios.

Pese a su guerra sin cuartel contra el yihadismo, Argelia no ha vencido a la amenaza terrorista. Las montañas de la Cabilia acogen el estado mayor del número uno de AQMI, el emir Abdelamalez Droukdel, al que el Ejército no ha logrado todavía darle caza pese a las númerosas operaciones realizadas. Prueba de que la guerra sin fin a la que se enfrenta el Ejército argelino es el número de atentados: 938 desde 2011 frente a los 41 de Mali o los 35 de Níger, según Le Quotidien d'Algérie .

El país magrebí es uno de los estados mejor dotados en el combate antiterrorista del mundo gracias a los abundantes recursos financieros de que dispone la Administración. Además, la alianza de Argel y Washington en la guerra contra el terrorismo yihadista es un pilar esencial para la credibilidad y fortaleza del régimen y del Ejército.

La influencia de las Fuerzas Armadas alcanza todos los ámbitos de la vida pública del país. El régimen subsiste gracias al éxito del aparato militar, un juego electoral meramente cosmético y el apoyo financiero de los ingresos procedentes de los cuantiosos recursos de gas y petróleo del país. El Frente Nacional de Liberación --que preside el general Buteflika--, el antiguo partido único, ha ganado, uno tras otro, todos los comicios en el país.