François Mitterrand, Jacques Chirac, Nicolas Sarkozy y François Hollande están unidos por algo más que la presidencia de Francia. Una web de contactos especializada en relaciones extramatrimoniales ha utilizado la imagen de los tres expresidentes y el actual jefe del Estado con unos labios de carmín estampados en el rostro para su campaña publicitaria. “¿Cual es su punto común?, deberían haber pensado en AshleyMadison.com”, rezan los carteles sobre un fondo fucsia aludiendo a claramente a su infidelidad.

La polémica rodea el impactante montaje fotográfico con el que la empresa norteamericana, que cuenta con 16 millones de clientes en el mundo, pretende entrar en el mercado francés decontactos adúlteros. Los principales anunciantes han rechazado exponer los anuncios y en los dos lugares céntricos de París donde estaba previsto colgarlos la policía lo ha impedido. Solo uno ha visto la luz en un puente de la capital francesa.

“Francia es a los ojos del mundo el país de la infidelidad, hemos esperado a tener una plataforma perfecta para aportar a los franceses lo que les faltaba: la discreción”, ha indicado en un comunicado el presidente del grupo, Noel Biderman. “Las fotografías de los presidentes forman parte del dominio público”, argumenta una portavoz de la web, Helène Antier.

Bélgica, Gran Bretaña e Italia

Ashley Madison también quiere implantarse en Bélgica, donde a partir de mañana se expondrán 300 carteles de dos metros cuadrados con el rey Alberto II, el príncipe Carlos de Inglaterra y Bill Clinton. En Francia no se trata de un concepto nuevo. La web Gleeden ya ha explorado con éxito --1,4 millones de miembros-- desde hace tres años el filón del adulterio.

Nacida en Toronto en el 2002, Ashley Madison irrumpió en Gran Bretaña con el alcalde de Londres,Boris Johnson, en los carteles y en Italia, utilizando la imagen de Silvio Berlusconi. Este lunes ya ha topado con la estricta ley francesa sobre el derecho a la imagen, que en su día obligó a Ryanair a retirar una campaña que utilizaba fotografías de Sarkozy y de Carla Bruni sin su consentimiento.

Una polémica similar se produjo en España hace unos meses por una campaña que fomentaba la infidelidad y utilizaba la imagen de famosos.

"Si hay acciones judiciales, las asumiremos, pero creo que más bien hará reir", sostiene Antier, acogiéndose a la "verdadera cultura de la infidelidad" del país. En cualquier caso, para la web de contactos, la polémica constituye la mejor publicidad posible.