Aproximadamente medio millar de manifestantes han asaltado este domingo la sede del Parlamento durante una protesta para exigir el fin de la violencia en la ciudad de Bani Walid, donde aún resisten algunos reductos gadafistas, atacada por las milicias revolucionarias de Misrata. Según la agencia de noticias estatal, LANA, este domingo han muerto 22 personas y 200 están heridas por los combates.

"Estamos aquí para exigir al Gobierno una solución pacífica para la guerra tribal que está sucediendo en Bani Walid", ha declarado uno de los manifestantes de Trípoli, Nasser Ehdein. Ehdein ha explicado que la mayoría de los manifestantes son vecinos de Trípoli con familia en Bani Walid.

Los manifestantes, hombres y mujeres desarmados, traspasaron los controles de seguridad coreando consignas como "No hay más dios que Alá y el presidente (Mohamed) Magarief es el enemigo de Alá". Las fuerzas de seguridad realizaron disparos de advertencia al aire para proteger las puertas de acceso al edificio, donde en esos momentos se celebraba una sesión legislativa.

Esta es la segunda vez en lo que va de año que los manifestantes asaltan la sede del Parlamento después de que el 4 de octubre se adentrara en el edificio para exigir una mayor representatividad de la heterogénea sociedad libia en el Gobierno.

Un año después de la muerte de Muamar Gadafi, el nuevo régimen libio no ha conseguido el control sobre las milicias revolucionarias que fueron clave en su derrocamiento y el proceso de transición política sufre continuos altibajos.