La extrema izquierda y un centenar de organizaciones sacaron ayer a miles de personas a la calle en París --entre 20.000 y 80.000 según las fuentes-- para protestar contra la Europa de la austeridad. A dos días del inicio, mañana, del debate parlamentario para aprobar el tratado presupuestario europeo, políticos y sindicatos contrarios a la política de rigor de Bruselas para reducir el déficit quisieron realizar una demostración de fuerza.

El líder del Frente de la Izquierda y excandidato a las presidenciales, Jean-Luc Mélenchon, encabezó la protesta con la que pretende despertar a la Francia que en el 2005 votó mayoritariamente no a la Constitución europea. "Hoy es el día en que el pueblo francés entra en movimiento contra la política de austeridad", sentenció Mélenchon, que subrayó la presencia a su lado de políticos de la izquierda radical española y portuguesa.

Sin embargo, a diferencia del 2005, la movilización no tiene el apoyo de pesos pesados del Partido Socialista, como Laurent Fabius, hoy ministro de Exteriores de Hollande, que en su día hizo campaña a favor del la Constitución europea. Tampoco suscita la unanimidad de los agentes sociales. "Tememos las consecuencias de la austeridad, pero el problema no es Europa, sino la deuda que ahoga al país", dijo François Cherèque, del sindicato moderado GFDT, que no se asoció a la manifestación.

Aunque se ha negado a introducir la regla de oro --que obliga a limitar el déficit a menos del 3%-- en la Constitución, como han hecho Alemania o España, Hollande se ha comprometido a ratificar el tratado mediante una ley. Los socialistas tienen mayoría en la cámara para sacar adelante el texto y la derecha ha anunciado su voto favorable, pero la oposición de sus socios ecologistas y de la extrema izquierda debilitan al presidente, cuya popularidad cae en picado en los sondeos.