El fundador de Wikileaks, Julian Assange, ha instado este miércoles al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a cesar la persecución en su contra, al tiempo que ha pedido a Reino Unido y Suecia que den garantías de que no será extraditado al país norteamericano.

Assange ha participado, a través de una videoconferencia, en el foro 'El Asilo Diplomático: fortaleciendo el sistema internacional de derechos humanos', que se ha celebrado este miércoles en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, en los márgenes de la 67ª sesión plenaria de la Asamblea General.

En su intervención ha criticado a Obama por defender, en el discurso que pronunció el pasado martes ante la Asamblea General, la libertad de expresión en Oriente Próximo y, al mismo tiempo, ordenar la persecución de Wikileaks.

"Ha debido ser una sorpresa para los jóvenes egipcios que se limpian el gas lacrimógeno de fabricación estadounidense de sus ojos escuchar que Estados Unidos apoya el cambio en Oriente Próximo", ha apuntado.

Así, el periodista australiano ha considerado que, basándose en las intervenciones del país norteamericano y en su experiencia personal, "Obama ha hecho más por criminalizar la libertad de expresión que ningún otro presidente de Estados Unidos".

"Creo que ya es hora de que Obama cumpla su palabra y de que Estados Unidos cese la persecución de Wikileaks", ha dicho, al tiempo que ha subrayado que no todo el país norteamericano está en contra el portal digital. "También hay fuerzas progresistas", ha sostenido.

El fundador de Wikileaks también ha dirigido sus críticas contra Reino Unido y Suiza, denunciando que hasta ahora no han dado ninguna garantía de que no será extraditado a Estados Unidos, por lo que les ha instado a hacerlo ya.

Diálogo bilateral

Por su parte, el ministro de Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, que también ha participado en el foro internacional, ha reiterado la voluntad de diálogo de su Gobierno para solucionar la situación de Assange, apuntando que "la pelota está en el tejado de Reino Unido".

"Ecuador siempre ha permitido el diálogo con Reino Unido y Suecia, ha sido el único país en ofrecer soluciones", ha afirmado, reiterando que el país andino "nunca ha pretendido obstruir el proceso judicial en Suecia". "Incluso se han brindado facilidades", ha recordado.

Así, el canciller ha subrayado que "Reino Unido tiene la obligación de entender la condición de solicitante de asilo político de Assange y parar la persecución de Estados Unidos", según informa el diario oficial 'El Ciudadano'.

De lo contrario, ha advertido de que la estancia del periodista australiano en la Embajada de Ecuador en Londres podría prolongarse indefinidamente. "Eso es inhumano, sería un comportamiento violento por parte de Reino Unido", ha indicado.

Interrogado sobre la salud del fundador de Wikileaks, Patiño ha explicado que en estos momentos se encuentra bien, pero que le preocupa que sus condiciones físicas y mentales puedan empeorar. "Pienso en cómo reaccionaría yo en esa situación, sin que me dejaran salir. Es prácticamente como estar encarcelado", ha dicho.

Por otro lado, ha informado de que la actitud de Australia, que en un principio se desentendió completamente del caso, ha empezado a mejorar. "(Las autoridades australianas) nos han asegurado que van a ocuparse de él, por ejemplo, en el tema de la salud", ha revelado.

Está previsto que Patiño se reúna este jueves con su homólogo británico, William Hague, para destrabar el conflicto diplomático. El canciller ecuatoriano se presentará con una copia del acuerdo bilateral suscrito en 1880, que prohíbe la extradición en casos como el de Assange.

Caso Wikileaks

Assange está en la Embajada de Ecuador en Londres desde el 19 de junio, cuando solicitó asilo político al Gobierno de Rafael Correa. Sin embargo, Reino Unido se ha negado a concederle un salvoconducto porque insiste en que tiene la "obligación legal" de extraditarle a Suecia, donde se le investiga por dos delitos sexuales.

El fundador de Wikileaks asegura que es víctima de una persecución política en Estados Unidos, donde se estaría celebrando un juicio secreto en su contra por revelación de secretos de Estado, delito por el que podría ser condenado a la pena de muerte.

Wikileaks suscitó la ira de la Casa Blanca y de sus aliados al publicar cientos de miles de documentos clasificados del Departamento de Estado sobre las guerras en Irak y en Afganistán y sobre la diplomacia estadounidense.