Las alarmas del Ejército israelí saltaron ayer cuando unas bombas de mortero cayeron a las siete de la mañana en la zona de los Altos del Golán, territorio sirio ocupado por Israel en 1967 y anexionado en 1981. Los proyectiles, lanzados por el Ejército sirio, impactaron cerca del Kibbutz Elrom sin causar víctimas ni daños materiales.

"Han caído unas seis o siete bombas de mortero dirigidas a aldeas del lado sirio, como parte del conflicto que tiene lugar allí", aseguró el portavoz del Ejército israelí Roni Kaplan a este diario. Al parecer, los disparos tenían como objetivo el pueblo de Jubata al-Khashab, en Siria, como castigo por la presencia de numerosos opositores armados. El estruendo de las bombas asustó a los habitantes de Majdal Shams, en los límites de la frontera con Siria. "Hemos oído explosiones y hemos pensado que el bombardeo era en nuestro pueblo", explicó un vecino.

En julio se produjo un incidente similar en Masada, en la zona desmilitarizada entre Israel y Siria, muy cerca de la frontera israelí. El Ejército israelí presentó ayer una queja formal a las fuerzas de la ONU desplegadas en los Altos del Golán (Fnuos), que desde 1974 supervisan el cese de hostilidades entre Israel y Siria, advirtiendo que no tolerará ningún ataque sirio contra Israel.

MANIOBRAS MILITARES El incidente de ayer es el primero vinculado a la guerra de Siria que ocurre dentro de las fronteras de Israel y tuvo lugar seis días después de que el Ejército israelí realizara unos ejercicios en los Altos del Golán. Fuentes militares dijeron que Israel "no está en situación de emergencia en la frontera siria, pero sí de más alerta, aunque se llevan a cabo guardias de rutina". También descartaron que los disparos sirios sobre Israel fueran intencionados. Un experto en asuntos militares subrayó que "es poco probable que los sirios quieran una guerra con Israel, bastante tienen con su conflicto".

TESTIGOS DE ASESINATOS La guerra en Siria afecta de forma especial a los niños, testigos de asesinatos, torturas, violaciones y que también son víctimas de todo tipo de abusos, según denunció ayer Save the Children , que ha recogido el testimonio de diversos menores en campos de refugiados en países vecinos de Siria. "En Siria se cometen actos horribles de violencia contra niños", denunció Carolyn Miles, presidenta de la oenegé. "Estos niños necesitan cuidados especiales ahora y hay que ayudarlos a recuperarse de sus experiencias traumáticas", dijo.

Entre los testimonios recopilados bajo el título de Atrocidades no contadas , se encuentra el de un adolescente de 14 años, Hassan, que vio cuerpos mutilados y perros comiendo partes humanas. También el de Wael, de 16 años, que presenció como "un pequeño de 6 años fue torturado más que ningún otro en la habitación. Solo sobrevivió durante tres días y después murió".