Decenas de barcos taiwaneses han entrado en la madrugada de este martes en las aguas de las islas Senkaku/Diaoyu, consideradas aguas territoriales por Japón, aunque ya las han abandonado, según ha informado la Guardia Costera del país asiático a la agencia de noticias Kiodo. Un grupo de 40 pesqueros y ocho patrulleras con bandera de Taiwán ha entrado alrededor de las 6.00 horas del martes (23.00 horas del lunes en España) en las aguas de la isla de Uotsuri, la más grande de las cinco que forman el archipiélago.

Se cree que pertenecen al grupo de 70 barcos taiwaneses que el lunes abandonó el puerto de la ciudad de Yilan rumbo a las islas para protestar por la "nacionalización" japonesa, ya que con ello se verán obligados a abandonar los caladeros de pesca de las Tiaoyutai, como se conocen en Taiwán.

Tras divisar las embarcaciones taiwanesas, la Guardia Costera las ha instado a permanecer en la zona contigua, pero éstas se han negado argumentando que están legitimadas para pescar en el archipiélago, ya que --han apuntado-- pertenece a Taiwán, han dado una vuelta alrededor de las islas y después han emprendido el camino de vuelta a casa.

El jefe de Gabinete de Japón, Osamu Fujimura, ha explicado en una rueda de prensa que para expulsar a las embarcaciones taiwanesas de las aguas japonesas la Guardia Costera ha usado cañones de agua, método que también han utilizado las patrulleras taiwanesas en respuesta.

Además, el portavoz gubernamental ha revelado que Japón ya ha protestado formalmente ante las autoridades taiwanesas por la intrusión en sus aguas territoriales, según informa la agencia de noticias Reuters.

A pesar de ello, ha reiterado que "la postura de Japón es que si hay que solucionar algo, desde luego hay que hacerlo en el contexto de las buenas relaciones bilaterales". "Nos gustaría abordar la cuestión con calma", ha dicho.

El conflicto

La tensión regional se disparó hace dos semanas, cuando el Gobierno de Japón anunció la compra de tres de las cinco islas que forman el archipiélago a su propietario privado por 2.000 millones de yenes (20 millones de euros), que saldrán de los fondos reservados.

El plan de compra se puso sobre la mesa el pasado mes de junio, cuando el jefe de Gabinete, Osamu, Fujimura anunció la intención del Gobierno de sustituir el actual contrato de arrendamiento por uno que garantizara el control de las autoridades niponas sobre el archipiélago.

Sin embargo, la disputa territorial se remonta a 1895, cuando Japón se anexionó formalmente las islas para construir una planta procesadora de atún que dio empleo a 200 personas, aunque en 1940 el negocio se desplomó y las islas quedaron desiertas.

Entre 1945 y 1972, el archipiélago permaneció bajo dominación estadounidense, como parte de los acuerdos alcanzados entre Washington y Tokio tras la Segunda Guerra Mundial. Desde la salida estadounidense de las islas, China y Taiwán reclaman su soberanía.

China alega que descubrió el archipiélago en el siglo XIV y, a pesar de las tensas relaciones que mantiene con Taiwán, reconoce que algunas islas pertenecen al territorio como parte de la ciudad de Toucheng, ubicada en el condado de Yilan.

En cambio, Japón asegura que el archipiélago pertenece al completo a la ciudad de Ishigaki, ubicada en la prefectura de Okinawa, y, por tanto, rechaza las reivindicaciones chinas y cualquier acuerdo alcanzado entre Pekín y Taipei.