El primer ministro de Japón, Yoshihiko Noda, ha conseguido este martes el apoyo de la Cámara Baja del Parlamento para un plan que elevará los impuestos, pero son tantos los diputados del partido gobernante que han votado en contra que esa formación política podría dividirse.

El plan para subir el IVA del 5 al 10 por ciento de aquí a 2015 tiene como objetivo reducir la deuda pública, que ya representa el doble del PIB anual de Japón, una cantidad récord para un país industrializado.

El acuerdo al que llegó el Gobierno con la oposición a mediados de este mes de junio ha permitido poner fin a las disputas políticas y garantizar la aprobación del plan por 363 votos a favor y 96 en contra.

Sin embargo, 57 miembros del Partido Democrático, el de Noda, lo han rechazado. Si al menos 54 de ellos decidiesen abandonar la formación, ésta perdería su mayoría en la Cámara Baja y eso podría desencadenar unas elecciones anticipadas. Las próximas están previstas para mediados de 2013.

Los disidentes del partido gobernante, encabezado por Ichiro Ozawa --que hizo posible la victoria electoral de 2009--, afirman que el plan para elevar los impuestos no representa la ideología de la formación, que se comprometió a reducir la burocracia y recortar el gasto público antes de aumentar los impuestos.

Ozawa ha sugerido que podría dejar el partido y formar uno nuevo con sus simpatizantes. Sin embargo, no se sabe cuántos le seguirían.

Aunque la aprobación del plan en la Cámara Alta del Parlamento (controlada por la oposición) parece asegurada, la división en el Partido Democrático genera dudas sobre el futuro del Gobierno y las reformas que pretende llevar a cabo.

Si perdiese la mayoría, Noda podría dimitir o disolver la Cámara Baja y convocar elecciones anticipadas. Las encuestas sobre intención de voto indican que el partido gobernante sufriría importantes pérdidas en unos comicios adelantados, pero el opositor Partido Democrático Liberal también se quedaría muy lejos de conseguir una mayoría.