Al menos quince personas, catorce guardias fronterizos kazajos y un guardabosques, han aparecido muertas y carbonizadas en un puesto fronterizo consumido por las llamas entre Kazajistán y China, según el último balance difundido este viernes por fuentes oficiales del servicio de aduanas tras el hallazgo de dos nuevos cadáveres.

"El número total de muertos es de catorce guardias y un civil, un guardabosques de una reserva de caza local" adyacente al puesto fronterizo, informaron las autoridades en un comunicado. "Las fuerzas de la guardia fronteriza, los órganos de seguridad nacional y la Policía continúan con sus labores de investigación y búsqueda", añadieron.

Los cadáves van a ser trasladados a la capital, Astana, para ser sometidos a una autopsia, indicó el comunicado. "Los investigadores están considerando varias teorías sobre lo que pudo haber ocurrido", agregó el texto, sin más detalles.

El subjefe del servicio aduanero kazajo, Turganbek Stambekov, informó ayer jueves de que quince guardias estaban destinados en el puesto, situado en el sur de Kazajistán. No hoy informaciones sobre la suerte del último desaparecido.

Stambekov tampoco pudo aclarar si las víctimas murieron antes o durante el incendio e indicó que se había enviado a un equipo de investigadores a la zona, próxima a la ciudad kazaja de Usharal. Los cadáveres fueron localizados el miércoles, precisó.

La guardia fronteriza depende del Comité de Seguridad Nacional, sucesor de la KGB de época soviética. Las agencias de noticias nacionales han indicado, citando fuentes no identificadas, que el puesto fronterizo ha sido reforzado para los meses de verano para impedir el tráfico ilegal de plantas medicinales que crecen en la región.

Kazajistán comparte 1.530 kilómetros de frontera con China y exporta cada año a su país vecino productos valorados en más de 16.000 millones de dólares, más del 18 por ciento de sus exportaciones totales. Desde la caída de la URSS, no se han registrado incidentes violentos en esta frontera, como sí se han detectado en las de otros países de la región, como Tayikistán, relacionados con el tráfico de drogas o la violencia política.