El embajador adjunto de Rusia ante Naciones Unidas, Alexander Pankin, ha manifestado este domingo sus dudas sobre la supuesta responsabilidad del régimen sirio en la matanza de más de un centenar de personas el viernes en la localidad de Hula.

"No está claro quién fue el responsable de la mayoría de las muertes en Hula", ha recalcado Pankin, que ha abogado por emprender una investigación que esclarezca lo ocurrido. "Todavía no está claro lo que ha pasado y qué ha provocado el qué. Entendemos que la localidad (Hula) no estaba bajo el control de las fuerzas de seguridad gubernamentales, y entendimos que había muchas manifestaciones en uno de los barrios de esta localidad y que, supuestamente, comenzaron a disparar y a bombardear poco después", ha explicado Pankin.

En declaraciones a la prensa en Nueva York, Pankin ha recordado que la mayoría de los fallecidos tenían heridas de arma blanca o fueron ejecutados con disparos a quemarropa, lo que contradice la versión de la oposición, que denuncia bombardeos de blindados del Ejército.

Pankin ha aclarado que le resulta "difícil de imaginar" que el Ejército sirio, no solo ha bombardeado Hula, sino que también ha disparado a quemarropa contra mujeres y niños. Al respecto, ha puntualizado que, "antes de que los observadores de la ONU llegaran, ya había (cuerpos) listos para ser enterrados y algunos ya lo estaban".

"No creemos que al Gobierno sirio le interese arruinar la visita del enviado especial (Kofi Annan) haciendo algo así", ha destacado Pankin. Además, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, no puede concretar "qué tipo de armas o qué tipo de personas podrían haber cometido estos crímenes", ha argüido Pankin.

En esta misma línea, el 'número dos' de la delegación permanente rusa ante la ONU ha criticado que la misión de observadores de Naciones Unidas no hayan ahondado más allá de las acusaciones vertidas por "las personas entrevistadas" de que detrás de la masacre de Hula "podrían estar supuestamente milicias que están apoyando al Gobierno". Sin embargo, ha aseverado, "no hay indicios visuales y fehacientes" que impliquen al régimen sirio en lo acontecido en Hula.

A juicio de Pankin, podría haber una "tercera fuerza, terroristas o una fuerza externa que quiere interferir o que busca una intervención".

No obstante, sí ha admitido que había carros de combate en Hula y que el Ejército sirio utilizó artillería pesada, si bien no cree que "los bombardeos estén directamente ligados al número de muertos", puesto que existen "tres o cuatro categorías de causas de muerte" entre los cuerpos hallados en Hula: "disparos a corta distancia, graves abusos físicos, y muertes provocadas por la metralla y el fuego de artillería".

Reino Unido y Alemania

Por su parte, el embajador de Reino Unido ante la ONU, Mark Lyall Grant, ha manifestado su oposición a esta interpretación. "Parece que está bastante claro que la matanza de Hula fue causada por un intenso bombardeo de la artillería y de los carros de combate del Gobierno", ha afirmado Grant, que ha asegurado que hay pruebas que atestiguan que fue "un bombardeo deliberado perpetrado por el Gobierno contra núcleos de población civil".

"Hemos de tener muy claro que necesitamos un debate estratégico serio en cuál será el presente y el futuro del plan de paz de Annan", ha advertido Grant, ya que el presidente sirio, Bashar al Assad, "no ha hecho más que ratificar su acuerdo con el plan sin hacer nada para que tenga éxito".

Por ello, el embajador británico ante Naciones Unidas considera que la declaración no vinculante emitida este domingo por el Consejo de Seguridad es "importante", pero no suficiente, por lo que esta instancia deberá reunirse en los próximos días para abordar la coyuntura siria.

No en vano, Grant ha apuntalado que "el plan de Annan no está acabado", aunque ha reconocido que el nivel de violencia en Siria permanece los suficientemente alto como para que resulte imposible que comience un diálogo político.

A colación de sus declaraciones, el representante permanente de Alemania ante la ONU, Miguel Berger, ha añadido que la masacre de Hula demuestra que hay que emprender "una investigación independiente" para lo que, estima, hay que "constituir un comité de investigación".