Miles de jóvenes de toda Italia han llegado este miércoles a Palermo (Sicilia) para participar en los actos que marcan el 20º aniversario de la muerte del célebre juez antimafia Giovanni Falcone, de su esposa y de tres miembros de su escolta.

Dos barcos, apodados los navíos de la legalidad, partieron de Nápoles y de Civitavecchia con miles de estudiantes a bordo. Junto a ellos viajaban varios ministros que, junto al presidente de la República, Giorgio Napolitano, y al jefe del Gobierno, Mario Monti, participarán en las ceremonias conmemorativas.

Hemos regresado para no olvidar, rezaba una pancarta que portaba a la salida de uno de los barcos el ministro de Educación, Francesco Profumo, y el fiscal nacional antimafia, Piero Grasso. Los actos de este miércoles también sirven para recordar a otro juez, Paolo Borsellino, amigo de Falcone que murió también en atentado dos meses más tarde, el 19 de julio de 1992.

El primer ministro ha llamado a todos los italianos a no cejar en la lucha contra la mafia durante uno de los actos de conmemoración del atentado que acabó la vida del juez símbolo de la lucha contra el crimen organizado, que murió el 23 de mayo de 1992 al explotar 500 kilos de explosivos escondidos bajo el asfalto de la autopista en Capaci, que une el aeropuerto de Palermo con la ciudad siciliana.

"Lucha sin cuartel" en toda Italia

"De Falcone, su mujer y la escolta, de su sacrificio, tenemos que volver a empezar cada día en la lucha sin cuartel contra todas las mafias. Cada uno de nosotros está llamado a este compromiso, y no tenemos que pensar nunca que las mafias son invencibles y ni anteponer nunca los intereses personales a los de la colectividad", ha señalado Monti en un acto en el Jardín de la Memoria en Palermo.

El primer ministro ha aludido a los tres principales grupos mafiosos que tienen sus raíces en Italia, la Cosa Nostra siciliana, la 'Ndrangheta calabresa y la Camorra napolitana, organizaciones criminales a las que, según él, se debe combatir en todo el país, y no solo región por región. "Sabemos que las mafias hoy son muy distintas de las que Falcone había comenzado a combatir. Han recibido y reciben golpes muy fuertes de la magistratura y las fuerzas policiales. Pero han sido capaces de reinventarse. Han multiplicado los lugares en los que asentarse", ha advertido.

El Estado debe estar fuera de sospecha

Monti ha subrayado que las instituciones del Estado italiano tienen que estar "lejos de toda sospecha de posibles vínculos" con la mafia y ha expresado su compromiso y el de su Gobierno tecnócrata con la reorganización normativa de las distintas legislaciones contra el crimen organizado que tramita el Parlamento. "Tiene que haber un compromiso cada vez más fuerte en la selección de representantes a elegir en los distintos ámbitos de gobierno. Los aparatos del Estado tienen que estar lejos de toda sospecha de vínculos de proximidad con las organizaciones mafiosas", ha insistido.

El primer ministro ha apostado por crear las condiciones de "verdadero desarrollo" en los territorios italianos más desfavorecidos para evitar que la falta de trabajo "cree un terreno más fácil para el asentamiento de las mafias".

Además del acto en el Jardín de la Memoria, está prevista una manifestación ante la prisión de Ucciardone, escenario del maxiproceso contra la mafia cuya investigación llevaron a cabo Falcone y Borsellino.