Un suicida sembró la muerte ayer en Saná, la capital de Yemen, al inmolarse durante el ensayo de un desfile militar al que asistían el ministro de Defensa, el general Mohammed Nasser Ahmed, y el jefe del Estado mayor, Ali al-Ashual, que salieron ilesos del ataque. El suicida --vestido con uniforme militar, según diversos testigos-- detonó el cinturón de explosivos que llevaba adosado en medio de decenas de miembros del cuerpo de Seguridad Central --una fuerza capitaneada por el sobrino del expresidente Ali Abdulá Saleh-- y mató a al menos 96 personas e hirió a 300 más.

El atentado, reivindicado por Al Qaeda, ensombreció la celebración del 22º aniversario de la unificación de Yemen, que se conmemora hoy. El desfile que ensayaban los cuerpos de seguridad tenía que ser uno de los actos centrales de la ceremonia del día de la Unificación, a la que estaba previsto que asistieran el presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, y diversos altos cargos del Gobierno. El acto debería de tener lugar en el mismo escenario de la matanza, la plaza de Sabein, cerca del palacio presidencial y del barrio de Al-Sefarat, con familias acomodadas.

UN CAMPO DE BATALLA La zona del atentado parecía un campo de batalla, según diversos testigos e imágenes. Decenas de cadáveres y de restos humanos y de sangre quedaron esparcidos en un radio de diversos metros. "Esto es una masacre terrible", dijo Ahmed Sobhi, uno de los soldados que presenció la explosión, a la agencia Associated Press. "Hay montañas de trozos de cuerpos, piernas, cabezas... Es increíble. Todavía estoy temblando. Este lugar se ha convertido en un infierno, pensaba que esto solo pasaba en las películas", añadió Sohbi.

La red Al Qaeda en la Península Arábiga se atribuyó el atentado, uno de los más mortíferos que han sacudido Yemen en los últimos años, en un comunicado en el que aseguró que su objetivo era "asesinar al ministro de Defensa". Horas antes, el general Hamid Besher, de la policía yemení, había indicado que las primeras investigaciones apuntaban a la organización terrorista Al Qaeda. La masacre ha coincidido con una gran ofensiva llevada a cabo por el Ejército yemení en el sur del país contra bastiones de esta red en la provincia de Abián. Los ataques militares empezaron el 12 de mayo.

La semana pasada, decenas de personas, entre militares y supuestos miembros de Al Qaeda en la Península Arábiga, perdieron la vida en combates. En los últimos meses, esta organización ha conseguido el control de diversas localidades de la zona sur del Yemen. La actividad de Al Qaeda --a la que se han atribuido intentos de ataques contra objetivos de Estados Unidos-- ha aumentado en el país desde que hace más de un año estalló la revuelta popular contra el régimen de Saleh, cuya salida definitiva del poder se produjo a finales del pasado mes de febrero con la toma de posesión de Hadi, hasta entonces vicepresidente.

Hadi se encuentra inmerso, además, en una lucha interna de poder con los partidarios de Saleh, el anterior presidente, que aún ocupan algunos puestos de mando destacados en el país, a pesar de que ha ido destituyendo a la mayoría de los familiares y amigos del exmandatario que ostentaban cargos políticos y en la cúpula militar.