La declaración de los líderes del grupo de las ocho economías más importantes del mundo (G-8) apoya expresamente la permanencia de Grecia en el euro y manifiesta la necesidad "imperativa" de aplicar medidas para impulsar el crecimiento y crear empleo.

"Estamos de acuerdo en la importancia de una eurozona fuerte y unida para la estabilidad y la recuperación global y afirmamos nuestro interés en que Grecia permanezca en la eurozona y respete sus compromisos", señala el comunicado final de la cumbre.

El texto defiende además la reducción del déficit público como vía para la reactivación económica, pero reconoce que los criterios deben aplicarse con flexibilidad a cada país, ya que las condiciones "no son las mismas para cada uno de ellos".