Al menos seis personas han muerto y doce han resultado heridas este domingo en Irak en diferentes atentados perpetrados por un atacante suicida y coches bomba.

El atacante suicida se ha dirigido contra un puesto de control policial en Bagdad y ha causado la muerte de tres agentes mientras que los coches bomba tenían como objetivo patrullas del Ejército y de la Policía, en cuyos ataques han fallecido otras tres personas y doce han resultado heridas, según ha informado este domingo la Policía y fuentes hospitalarias.

En el primer ataque, la Policía abrió fuego cuando el terrorista se negó a detenerse al pasar por el puesto de control en el distrito de Mansour, al oeste de Bagdad, y antes de que detonara la carga que llevaba, de acuerdo a la explicación de las autoridades.

"Fue un atentado suicida. Los guardias del puesto de control le dieron el alto y no lo hizo, por lo que le dispararon", ha explicado un oficial de una unidad de rescate de la Policía de Bagdad, Raad Husein Latif.

En lo que a los coches bomba se refiere, el primero ha alcanzado a una patrulla del Ejército iraquí en Faluya, a 50 kilómetros al oeste de Bagdad, y ha provocado la muerte de dos soldados y herido a seis personas.

El segundo ha sido perpetrado en Ramadi, a 100 kilómetros al oeste de la capital, y ha causado la muerte de un oficial de la Policía y herido a seis personas más, han explicado las autoridades.

A mediados de abril una ola de atentados en todo el país dejó un saldo de 36 personas muertas, en varios ataques. En uno de ellos tres coches bomba y un terrorista suicida provocaron la muerte de 15 personas en Bagdad.

Milicianos suníes vinculados a Al Qaeda atentan con regularidad a las fuerzas de seguridad locales, oficinas gubernamentales u objetivos chiíes para tratar de agitar las tensiones sectarias.