El presidente sirio, Bashar el Asad, visitó ayer el barrio de Baba Amro, en la ciudad de Homs, uno de los más castigados por el Ejército sirio y donde murieron cientos de personas en febrero en bombardeos y combates. La visita de Asad se produjo cuando el enviado especial de la ONU y la Liga Arabe a Siria, Kofi Annan, anunció que Damasco había aceptado su plan para poner fin a la violencia en un conflicto con una cifra oficial de 9.000 muertos, según la ONU. La televisión estatal siria difundió imágenes de Asad en Baba Amro en las que el mandatario camina por las calles del barrio, observa edificios destruidos y saluda a vecinos. Fuentes de la oposición indicaron ayer que durante la visita de Asad hubo disparos en dirección a su séquito en un intento de asesinar al presidente. Pero en la televisión siria no se oyeron tiros.