La zona desmilitarizada (DMZ) es un fósil de la guerra fría. Mide cuatro kilómetros de ancho y 238 de largo a lo largo del paralelo 38, y divide el país desde el final de la guerra de Corea (1950-1953), que acabó con un armisticio nunca refrendado por un tratado de paz, por lo que ambos países siguen en estado teórico de guerra. Aquel texto fija cuánto personal y qué armas son admitidas en la DMZ y prohíbe a las tropas de ambos lados pisar la línea de demarcación, que además sirve de frontera física.

En la zona ha habido varios conflictos, siempre causados por el bando norcoreano. Pyongyang envió a sus soldados en 1968 disfrazados de surcoreanos en una operación calamitosa que acabó con muchos de ellos muertos. Además, Seúl ha hallado cuatro túneles construidos bajo la DMZ, gracias sobre todo a las revelaciones de un ingeniero norcoreano que huyó a Seúl. Un solo túnel permitiría cruzar la frontera a 36.000 soldados norcoreanos cada hora. Las autoridades de Corea del Sur sospechan que hay otra veintena de pasos por descubrir.

La parte surcoreana se ha convertido en un boyante destino turístico. Los hoteles de Seúl publicitan las visitas a la zona, a la que se llega en un breve trayecto en bus. Hay varios locales de comida rápida y los recorridos suelen incluir la visita delos túneles norcoreanos.