La Comisión Europea considera que la aprobación por el Parlamento griego del programa de ajustes y reformas "muestra la determinación del país para acabar con la espiral de finanzas públicas insostenibles y con la pérdida de competitividad", pero ha advertido de que Grecia aún debe cumplir las otros dos condiciones fijadas por el Eurogrupo para que pueda aprobarse el 15 de febrero el segundo plan de rescate del país de 130.000 millones.

El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, ha expresado su confianza en que Grecia cumpla en el plazo previsto las otras dos condiciones fijadas por el Eurogrupo: identificar los 325 millones de recortes del gasto público pendientes para el 2012 y una garantía sólida e inequívoca de todos los partidos políticos griegos de aplicar escrupulosamente el programa de reformas tras las elecciones generales prevista en abril.

"Es evidente que el modelo económico que Grecia estaba siguiendo hasta el año 2009 no podía seguir siendo aplicado, ya que condujo a graves desequilibrios e incertidumbres", ha subrayado Rehn.

La quiebra, el peor escenario

A pesar de la dureza de las draconianas medidas impuestas a Grecia por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI), Rehn ha insistido que "la quiebra desordenada de Grecia sería mucho peor, con consecuencias devastadoras para la sociedad helena, especialmente para los más pobres".

El programa de ajustes y reformas, aunque impondrá sacrificios "muy exigentes", es la "única vía para reconducir la economía del país por la senda del crecimiento y la creación de empleo", ha asegurado el comisario. "Grecia ya debería haber aplicado la mayoría de las medidas hace ya muchos años para reequilibrar su economía", ha insistido el comisario, tras condenar la "inaceptable violencia" de los disturbios que se produjeron el domingo por la noche en Atenas.