Newt Gingrich está convencido de que "a la nación estadounidense no la excitas con objetivos triviales, burocráticos o racionales". Y solo así (y pensando en cómo el cierre de programas de la NASA ha afectado al desempleo en Florida) se entiende la última propuesta que lanzó en el estado donde el martes se celebran las próximas primarias republicanas. En un discurso en un campus de la llamada Costa del Espacio, Gingrich prometió, literalmente, la Luna.

En concreto, el expresidente de la Cámara de Representantes aseguró que, para el fin de su segundo mandato, en el 2020, (hay que quitarse el sombrero ante el optimismo del casi septuagenario), habrá una base permanente en el satélite. La colonia podría, cuando alcanzase una población de 13.000 habitantes, probar a convertirse en el estado 51 de la Unión. Y puesto a imaginar, hasta ha pensado cuándo tendrían sus primarias, "al final de la temporada electoral".

La última parte, la de las primarias, era una broma. Pero lo demás no. Y el candidato, que en noviembre provocó reacciones de indignación cuando propuso relajar las "verdaderamente estúpidas" leyes de protección de menores y poner a los niños a trabajar para luchar contra la pobreza, ha causado una mezcla de desconcierto e incredulidad ahora, cuando es la amenaza más seria para Mitt Romney en la carrera para medirse a Barack Obama. Eso sí, hay quien no cree que su estrategia esté del todo fuera de órbita.

Espíritu innovador

Muchos han identificado el abandono de programas como el de transbordadores, y la reducción de las ambiciones espaciales, como una señal, otra más, del declive de EEUU. Y Gingrich, retomando una propuesta que ya empezó a plantear en los años 80, apela a recuperar ese espíritu de innovación.

Lo hizo en un discurso del miércoles y un día después en el decimonoveno debate entre los aspirantes republicanos. Y jugó la carta no solo de asustar con la amenaza de que los chinos se adelanten, sino de la memoria de JFK. "En mayo del 61 él dijo: "Iremos a la Luna en esta década". Ningún estadounidense había orbitado la Tierra. La tecnología no existía. Y una generación de jóvenes entró en ciencia, ingeniería y tecnología. Estaban tremendamente excitados. Y tenían un futuro".

El problema es que, pese a su grandilocuencia y hablar de impulsar la implicación del sector privado en el espacio y de reinstaurar sistemas de incentivos para la innovación, Gingrich tuvo que empezar a hablar del tema en el debate televisado con una pregunta que le planteaba: "¿Cómo se crea una colonia en la Luna mientras mantiene los impuestos bajos durante ocho años?". Ante todo, el tema lunar le convirtió en diana de una ronda de ataques galácticos de sus tres rivales (Romney, Ron Paul y Ricky Santorum).

Romney, el hombre al que ha impedido sellar una nominación que hace solo un mes parecía inevitable, aseguró que, con su experiencia como empresario, "si un ejecutivo me dijera que quiere gastar cientos de millones de dólares en poner una colonia en la Luna lo despediría". El exgobernador de Massachusetts fue mucho más duro en sus ataques que de costumbre. "La idea de ir de estado en estado prometiendo lo que la gente quiere oír, cientos de miles de millones de dólares para hacer a la gente feliz, eso es lo que nos metió en el problema en que nos encontramos", dijo.