La CIDH condenó hoy la muerte del preso cubano Wilman Villar, a raíz de una huelga de hambre, según la disidencia y sus familiares, e instó de nuevo al Gobierno de la isla a realizar reformas en materia de defensa de derechos humanos.

En un comunicado divulgado en Washington, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dijo que "lamenta y condena" la muerte de Villar, de 31 años, y expresó su pésame y solidaridad a sus familiares.

La CIDH explicó que, según la información recibida, Villar era miembro de la Unión Patriótica de Cuba, "un grupo opositor", y el 24 de noviembre de 2010 había sido condenado a prisión por un tribunal de la isla "que lo encontró culpable de desacato, resistencia y atentado".

Villar falleció el pasado jueves tras 50 días de huelga de hambre que había iniciado en la cárcel para protestar por su condena, según la oposición interna, y el viernes fue enterrado en el oriente de Cuba. El Gobierno cubano insiste en que era "recluso común" y niega ese ayuno, así como que fuera un "disidente".

El fallecimiento de Villar ha suscitado condenas de países como Estados Unidos, España y Chile, así como de la oposición interna y el exilio de Miami, ante un caso que muchos comparan con el de Orlando Zapata, el preso político que falleció en febrero de 2010 tras un largo ayuno.

La Comisión "vuelve a manifestar que las restricciones a los derechos políticos, a la libertad de expresión y de difusión del pensamiento, la falta de elecciones y la falta de independencia del poder judicial configuran una situación permanente de trasgresión en Cuba de los derechos fundamentales de sus ciudadanas y ciudadanos", subrayó la CIDH.

Por ello, instó "una vez más" al Estado cubano "a realizar las reformas necesarias conforme a sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos". La CIDH es un organismo autónomo dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA) que vela por el respeto a los derechos humanos en el continente.