Ferviente europeísta de mirada mefistofélica y temperamento impulsivo, el socialdemócrata alemán Martin Schulz fue elegido ayer presidente del Parlamento Europeo para los dos años y medio que restan de legislatura, sustituyendo en el cargo al conservador polaco Jerzy Buzek.

Pese a que no se distingue por sus dotes diplomáticas, Schulz resultó elegido en la primera vuelta con una mayoría absoluta de 387 votos, gracias al pacto tradicional entre el grupo popular y el socialista para repartirse a medias la presidencia de la institución en cada legislatura. Los otros dos candidatos, la liberal británica Diana Wallis y el conservador euroescéptico británico Nirj Deva, solo obtuvieron 141 y 142 votos, respectivamente.

Enfrentamiento verbal

Schulz, de 56 años, es eurodiputado desde 1994. Su carrera política en la Eurocámara se vio impulsada gracias a un sonado enfrentamiento verbal con el entonces primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, el 2 de julio del 2003 en el hemiciclo. Berlusconi, que no apreció las aceradas críticas del alemán, le espetó que sería el "personaje perfecto" para representar en una película el papel de kapo , en alusión a los prisioneros que se encargaban de la vigilancia en los campos de concentración nazi. La notoriedad obtenida propulsó al hasta entonces poco destacado eurodiputado a asumir la presidencia del grupo socialista del Parlamento Europeo en el 2004, que ha dirigido con mano de hierro.

Gran apasionado de los libros --fue propietario de una librería durante 12 años--, Schulz ingresó en el Partido Socialdemó- crata a los 18 años e inició su carrera política como alcalde de la ciudad de Würselen, cerca de Aquisgrán, en 1987, cargo que mantuvo durante 11 años.

Nacido en la pequeña localidad alemana de Hellrath, cerca de la frontera con Holanda y Bélgica, es un políglota que habla fluidamente inglés y francés. Curiosamente, la habitual vehemencia de sus intervenciones adquiere un tono más moderado cuando utiliza la lengua de Descartes para expresarse.

Opositor de la política de austeridad a ultranza defendida por la cancillera alemana, Angela Merkel, Schulz criticó ayer, en su primer discurso como presidente de la Eurocámara, la gestión de la crisis por parte de los líderes de la UE que "van de una cumbre a otra sin resultados".

Interés general

Tras afirmar que su intención es ser "el presidente de todos los europeos", advirtió de que será un dirigente "incómodo para las otras instituciones comunitarias", porque defenderá que "prevalezca el interés general por encima de cualquier interés nacional". "La UE no es un juego de suma cero entre los estados. O ganamos todos o perdemos todos", subrayó.

A los eurodiputados catalanes, Schulz les aseguró que permitirá que utilicen el catalán en el hemiciclo, aunque no sea una lengua oficial de la UE. La Mesa de la Eurocámara se ha opuesto hasta ahora y frenó el anterior intento de permitir el uso de catalán durante la presidencia de José Borrell.