El exgobernador de Utah Jon Huntsman ha anunciado esta madrugada que se retira de la carrera para convertirse en el candidato republicano a la Casa Blanca, en las elecciones del próximo noviembre. Huntsman, el más moderado de los aspirantes republicanos, hará oficial su retirada este lunes. Su portavoz, Tim Miller ha avanzado que el exgobernador dará su apoyo al exgobernador de Massachusetts Mitt Romney, favorito en las encuestas y ganador del caucus de Iowa y las primarias de New Hampshire.

Huntsman, de 51 años, es el segundo aspirante republicano que se retira una vez comenzada la fase de primarias, tras el abandono de la congresista por Minnesota Michele Bachmann, quien sufrió una sonada derrota en Iowa.

Según ha explicado su portavoz a la cadena de televisión ABC News, Huntsman está "orgulloso" de haber aspirado a plantar cara a Barack Obama en las presidenciales de noviembre pero "no quiere entorpecer el camino" de Romney, que, tras los primeros procesos electorales en el seno del partido republicano, es el aspirante que por ahora tiene más apoyos para hacerse con la candidatura conservadora.

Pocas posibilidades en Carolina

Huntsman, de religión mormona como Romney y perfil político moderado, había entrado en liza el 21 de junio y todas sus energías electorales las había concentrado en las primarias de Nuevo Hampshire, donde tuvo que conformarse con la tercera posición, por detrás de Romney y del ultraliberal de Texas Ron Paul. Los analistas consideran un error el haberlo apostado casi todo a ese estado de Nueva Inglaterra, donde Romney podía contar con muchos más simpatizantes que él.

Para las siguientes primarias, las de Carolina del Sur, un estado sureño y por ello mucho más conservador, las encuestas pronostican una nueva victoria para el exgobernador de Massachusetts, con el 37% de votos. A Huntsman, los sondeos solo le dan un 4% de intención de voto, muy por detrás de Paul y el católico Rick Santorum, casi empatados con el 16% cada uno, y del expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, con el 12%. La falta de éxito en estos primeros compases de la campaña por la nominación republicana hace prácticamente imposible reunir los fondos necesarios para mantenerse en la contienda.

El obstáculo de colaborar con Obama

Huntsman era probablemente uno de los aspirantes republicanos más cualificados para enfrentarse a Obama, aunque su mayor obstáculo haya sido, precisamente, haber trabajado para el presidente demócrata. Con un abultado historial diplomático, político y empresarial, de carácter moderado y padre de una familia numerosa y tradicional, la base republicana no le ha perdonado que en los últimos dos años haya sido el embajador de EEUU en Pekín.

Casado y con siete hijos, Huntsman sirvió en las administraciones de cuatro de los presidentes de Estados Unidos; comenzó en la Casa Blanca de Ronald Reagan cuando era muy joven y luego se involucró en los gobiernos de Bush padre y Bush hijo. Con el primero desempeñó el cargo de subsecretario del Departamento de Comercio, y más tarde comenzó su carrera diplomática como embajador de Estados Unidos en Singapur. En la Administración de George W. Bush trabajó en la Oficina del Representante de Comercio estadounidense.

Buen conocedor de la cultura y el idioma chinos, tras haber pasado años en Taiwán en su juventud como misionero mormón, tuvo un papel fundamental en la entrada de Taiwán y de China en la Organización Mundial del Comercio en el 2001. Tras dejar la Administración federal, fue gobernador del estado de Utah desde el 2004 a 2009, puesto para cuya reelección recibió más del 76% de apoyo en las urnas. Desde ese cargo, convirtió a Utah en uno de los principales creadores de empleo del país.