El Gobierno afgano ha evitado pronunciarse sobre el ataque con el que el sábado la OTAN mató a 25 soldados paquistaníes en el país vecino y ha asegurado que ha iniciado una investigación propia para esclarecer lo sucedido.

"Somos muy conscientes del incidente, de que helicópteros y aviones de la ISAF (misión de la OTAN en Afganistán) lanzaron un ataque en el lado paquistaní de la frontera", ha dicho a Efe el portavoz del Ministerio afgano de Exteriores, Janan Musazai. "Hemos iniciado una investigación propia al respecto y nos pronunciaremos cuando hayamos finalizado nuestras pesquisas", ha subrayado Musazai.

Sus palabras llegan poco después de que el Gobierno paquistaní, que ya ha protestado a EEUU y la OTAN, pidiese también explicaciones a Afganistán por el ataque aliado.

"El Gobierno de Afganistán tiene que asegurarse de que actos así no se llevan a cabo desde su territorio contra Pakistán", ha exigido la cancillería paquistaní en un comunicado.

Pakistán y Afganistán comparten una lábil y porosa frontera de unos 2.600 kilómetros, conocida como la Línea de Durand y fijada por el Imperio Británico en el siglo XIX, en la que buscan refugio facciones talibanes y redes extremistas que operan a ambos lados de la misma.

Las relaciones bilaterales han sido históricamente complicadas, especialmente por la vieja aspiración de Pakistán, acusado de apoyar a grupos insurgentes en territorio vecino, de tener una "profundidad estratégica" en Afganistán. En el país hay desplegados actualmente unos 130.000 soldados extranjeros, la mayoría de EEUU, que invadió ese país hace más de una década.