La Policía egipcia ha pedido disculpas por la muerte de un manifestante este sábado durante una protesta frente a la sede del Consejo de Ministros y ha dicho que se ha tratado de un error de uno de los camiones policiales que pasaban por la zona.

En declaraciones a la agencia de noticias oficial Mena, una fuente de seguridad del Ministerio del Interior ha negado que las fuerzas del orden intentasen dispersar una concentración en protesta contra la designación de Kamal Ganzuri como primer ministro frente al edificio del Gobierno, ubicado cerca de la plaza Tahrir.

La fuente ha apuntado que varios camiones se dirigían a cambiar las guardias nocturnas de policías que custodiaban el Ministerio del Interior y sus alrededores cuando se han visto "sorprendidos" por manifestantes que les obligaron a detenerse.

Entonces, intentaron convencerles de que no querían disolver la protesta y al rato regresaron por la misma calle del Consejo de Ministros, la avenida de Kasr al Aini, donde un grupo de jóvenes comenzó a lanzar piedras contra los vehículos.

El Ministerio del Interior ha explicado que uno de los camiones ha embestido "por error" a uno de los jóvenes, por lo que ha expresado su "lamento y sentido pésame" a la familia del fallecido.

Según la televisión egipcia, los choques han estallado cuando las fuerzas de seguridad han pedido a los manifestantes concentrados frente al Consejo de Ministros que retrocedieran y, en un momento dado, un vehículo policial ha dado marcha atrás y ha atropellado a dos ciudadanos, uno de los cuales ha muerto y otro ha resultado herido.

Mientras, el ambiente es tranquilo en la plaza Tahrir, donde siguen llegando manifestantes y decenas de voluntarios han limpiado los restos de la multitudinaria concentración que el viernes exigió al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas que abandone el poder inmediatamente.

Más de 40 personas han muerto desde que estallaron los choques entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes el 19 de noviembre tras el desalojo por la fuerza de familiares de las víctimas de la revolución que habían acampado en la plaza Tahrir, lo que derivó en crecientes protestas contra el poder militar.