Al menos 25 personas, entre ellas doce civiles, once miembros de las fuerzas de seguridad y dos desertores del Ejército, murieron hoy en actos de violencia en la provincia siria de Homs, uno de los principales bastiones de la oposición, informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).

En un comunicado, este grupo opositor precisó que los civiles perdieron la vida en incidentes armados ocurridos en varias poblaciones de esta zona, convertida en una de las más activas en la oposición al régimen que preside Bachar al Asad.

Seis de ellos fallecieron en la propia capital de la provincia, igualmente llamada Homs.

Cuatro en el barrio de Al Bayada, otro en el barrio de Karam al Zaitun durante un tiroteo y un sexto en la zona de Baba Tadmur, este último, según los opositores, a consecuencia de la tortura infligida por las fuerzas de Seguridad tras su detención.

Otras cuatro personas perdieron la vida en la localidad de Al Granata en un tiroteo que tuvo lugar durante una redada policial, agrego la fuente.

El resto de víctimas mortales son, según el OSDH, once miembros de las tropas leales al régimen y dos supuestos desertores, que perdieron la vida en enfrentamientos en las localidades de Al Hula y Rastan, respectivamente.

En Al Hula también murieron otros dos civiles, uno a causa de la tortura y otro por los disparos recibidos durante un tiroteo, precisó la fuente.

Mientras, en Rastan perecieron los dos supuestos desertores del Ejército sirio durante una escaramuza entre soldados opositores a Al Asad y tropas fieles al régimen.

Los opositores Comités de Coordinación Local denunciaron, por su parte, que en esta localidad, grupos de hombres armados no uniformadas afines al régimen -conocidos como "shabiha"- dispararon desde vehículos blindados militares contra una zona en la que viven activistas y soldados desertores.

Este grupo, por su parte, elevó la cifra de muertos a 27 y agregó que entre ellos se encuentran una mujer embarazada y un niño, aunque no dio más detalles sobre las circunstancias de los fallecimientos.

Siria vive desde marzo de este año protestas populares que son reprimidas con violencia por el régimen de Al Asad y en las que han muerto ya más de 3.500 personas, según datos proporcionados por la ONU.