El exdirector gerente del FMI Dominique Strauss-Kahn y su esposa, Anne Sinclair, han presentado una querella contra Henri Guanao, un consejero del presidente francés, Nicolas Sarkozy, y contra diversos medios de comunicación por la cobertura "excesiva" de la red de prostitución de lujo desmantelada recientemente en Lille (Francia) y en la que Strauss-Kahn aparece implicado.

Strauss-Kahn y su mujer ya avanzaron la semana pasada que tomarían acciones legales para que cesara todo atentado al "secreto de instrucción", a la "presunción de inocencia" y los ataques a su "vida privada". El exdirector gerente considera que está siendo objeto de un "linchamiento mediático".

Según han informado este martes los abogados de Strauss-Kahn, la querella contra Henri Guano es por unas declaraciones que este realizó a la cadena Paris Première en la que afirmaba que el caso Strauss-Kahn "no es un problema de vida privada, ya que está en la frontera entre la vida privada y la delincuencia" y consideraba que el escándalo de la red de proxenetismo, conocido como caso Carlton por el nombre del hotel donde supuestamente se captaba a las prostitutas, el Carlton de Lille, "es lo mismo".

Los abogados del matrimonio Strauss-Kahn han detallado, igualmente, que los medios afectados por la querella son L'Express, Figaro, Nouvel Observateur, Paris Match y VSD.

El desmantelamiento de una red de prostitución de lujo en Lille, en la que están implicados varios notables de la ciudad, ha vuelto a presentar al que fuera director del FMI como un depravado, asiduo y activo participante en unas veladas que, según el semanario L'Express, "no tenían nada que envidiar a los bunga bunga italianos de Berlusconi".

La investigación policial ha puesto al descubierto la intensa agenda sexual de Strauss-Kahn entre el 2009 y el 2011, que se organizaba al ritmo de sus viajes de trabajo mientras ostentaba uno de los cargos con más poder del planeta. Durante la jornada se reunía con los más altos mandatarios para salvar la economía mundial y preparaba su carrera al Elíseo, y, al caer la noche, daba rienda suelta a su desenfrenada lívido. Según los testimonios de las prostitutas de la red, el político socialista era insaciable. "En esas veladas, todas las chicas pasaban por DSK", relataba una de ellas al diario Le Parisien.

Cuando regresó a París en septiembre tras librarse de un proceso penal por la presunta violación de una camarera en el hotel Sofiel de Nueva York, Strauss-Kahn aún creía posible un regreso a la política. Hoy, el hombre cuya popularidad estaba por las nubes el pasado mes de mayo aparece en la cola de las encuestas, solo por delante del ya jubilado líder de la ultraderecha Jean Marie Le Pen.