La OTAN confió hoy en que tanto las autoridades libias como la Corte Penal Internacional (CPI) "garanticen que la ley siga su curso" en el caso de la detención de Saif al Islam al Gadaf, según dijo una portavoz de dicha organización. La OTAN "toma nota" de la detención de Al Islam, acusado de crímenes contra la humanidad por su papel en el conflicto "que causó tanto sufrimiento al pueblo libio", afirmó en un comunicado la portavoz de los aliados Oana Lungescu.

"Confiamos en que las autoridades libias y la CPI garanticen que la justicia seguirá su curso, para que la nueva Libia pueda construirse sobre el imperio de la ley y el respeto a los derechos humanos", añadió Lungescu. El fiscal general de la Corte Penal Internacional (CPI), Luis Moreno Ocampo, viajará la próxima semana a Libia para cooperar con las autoridades judiciales de este país tras la detención. La visita pretende reforzar la coordinación entre la corte de la Haya y el ministerio libio de Justicia y encontrar "una solución legal" para Al Islam, según explicó en declaraciones telefónicas Florence Olara, la portavoz del fiscal general del tribunal.

La CPI reclama a Al Islam para juzgarle por presuntos crímenes de lesa humanidad cometidos a partir del pasado febrero en Libia durante las revueltas de insurgentes, mientras que el ministro de Justicia y de Derechos Humanos interino, Mohamed al Alagui, afirmó hoy que el detenido será juzgado en Libia. Saif, llamado a suceder al fallecido coronel Muamar al Gadafi al frente del régimen que su padre creó y dirigió durante 42 años, fue detenido en la región de Obari, a 800 kilómetros al sur de Trípoli. Su captura tiene lugar casi un mes después de la detención y la muerte de su padre Muamar al Gadafi y su hermano Mutasim en la ciudad de Sirte el pasado 20 de octubre.