"El futuro del euro depende también de lo que haga Italia en las próximas semanas". Bajo esta premisa, el nuevo primer ministro, Mario Monti, presentó ayer las bases del programa de su Gobierno técnico, que obtuvo la confianza de 281 senadores y solo el voto en contra de 25. Propuso reformas a todos los niveles con el denominador común de "rigor, crecimiento y equidad".

El dirigente definió a su Gabinete como "de esfuerzo nacional" y subrayó que la tarea encargada es "difícil", tanto que los partidos, enredados "en choques políticos", no han podido realizarla. "Espero contribuir a reconciliar a la ciudadanía con la polí- tica y las instituciones", dijo.

"Lo que hay que hacer ya se sabía desde hace tiempo, ahora hay que ejecutarlo", destacó en su discurso de 44 minutos, durante el que arrancó 17 aplausos de los senadores y un abucheo de la Liga Norte cuando habló de cohesión territorial. "Más que aplaudirme, sería mejor que me escuchasen", improvisó.

AUDITORIA AL GOBIERNO Las medidas anunciadas comienzan por la política, que deberá ser "sobria" y de "contención". Se empezará con una especie de au- ditoría a la Presidencia del Gobierno, "para ver lo que se puede ahorrar", a la que seguirá una "racionalización de los gastos del Estado". Después se vende- rán propiedades y se cambiará la organización territorial del país.

Monti prometió reformar el fisco, con un mayor control del patrimonio, y luchar contra las mafias, el trabajo sumergido e ilegal y la evasión fiscal. Además, explicó que estas medidas se presentarán en las respectivas comisiones parlamentarias, que deberán analizarlas y aprobarlas.

La ausencia de un impuesto sobre la vivienda, eliminado por Silvio Berlusconi, es "una anomalía", dijo. Subrayó que el sistema de providencia italiano "es uno de los más sostenibles de la UE", pero incluye "privilegios", que serán eliminados.

PARO UNIVERSAL También avanzó una disminución de los costes laborales y una reforma de la negociación colectiva por la que los convenios deberán pactarse en el ámbito empresarial y no nacional. Se instituirá un sistema de subsidio de paro "para todos" y se incentivará el trabajo para jóvenes y mujeres.

Monti advirtió de que "sería ilusorio pretender resolver en un plazo limitado todos los problemas de Italia". Aclaró que su Gabinete solo "pondrá a punto los instrumentos, que quedarán a disposición de los gobiernos venideros". Tras el debate, afirmó que no sirve a poderes extraños. "No creo que cuando estuve en la UE alguna multinacional me acogiera con devoción", recalcó.

Durante todo el día, estudiantes y sindicatos se manifestaron en 60 ciudades contra los recortes y por el derecho a la educación al grito de "No a Monti y no al Gobierno de los bancos".