Al menos 76 civiles resultaron muertos ayer en la explosión de un depósito de municiones saqueado en la víspera por elementos de Al Qaeda, al sur de Yemen.

Un total de 55 cadáveres "han sido ya identificados", declaró a France Presse Nasser al Mansari, un responsable local. El resto de los cuerpos estaban totalmente carbonizados y no quedaba en ellos más que huesos. La mayoría de las víctimas, entre ellas una veintena de mujeres y un número de niños por determinar, fueron rápidamente enterrados, según manda la tradición musulmana.

El depósito de armas 17 de Octubre está cerca de Jaar, un bastión de Al Qaeda donde combatientes yihadistas habían mantenido enfrentamientos con el Ejército por el control de esta ciudad.