La junta militar que gobierna Egipto desde la caída del poder de Hosni Mubarak anunció ayer que las elecciones legislativas se celebrarán el próximo mes de septiembre y, antes de los comicios, se levantará el estado de excepción (vigente desde 1981), una de las principales demandas de la revuelta que llevó a la salida del dictador.

La junta también aprobó una ley que facilita la creación de partidos políticos, una medida esencial para permitir elecciones disputadas. Los militares añadieron que tanto Mubarak como su familia se encuentran actualmente en "arresto domiciliario" y tienen prohibido abandonar el país, desmintiendo de esta manera los rumores de la posible huida del dictador a Arabia Saudí.