Al menos seis personas han muerto esta madrugada en la ciudad siria de Deraa, a 100 kilómetros de Damasco, en un confuso ataque contra una ambulancia cerca de la mezquita de Al Emari, que ha sido escenario de una protesta contra el régimen del presidente Bashar al Assad. Los manifestantes han atribuido las muertes a las fuerzas de seguridad mientras que la agencia oficial siria, Sana, ha achacado el ataque, en el que han muerto un médico, un enfermero, y el conductor de la ambulancia, a un grupo armado. La ciudad ha vivido una noche de tensión después de que las fuerzas del régimen desalojaran por la fuerza la mezquita. En los enfrentamientos ha fallecido un policía. Según los vecinos de Deraa, las fuerzas gubernamentales mataron a seis personas en el desalojo de la mezquita. Uno de los muertos es Alí Ghassab al Mahamid, un médico que había acudido a la mezquita para atender a los heridos en los enfrentamientos ocurridos poco después de la medianoche. Sin embargo, según la versión oficial, Mahamid murió cuando la ambulancia en la que viajaba hacia la mezquita fue "asaltada por un grupo armado". Según esta versión, las fuerzas de seguridad "se enfrentaron al grupo armado cerca de la mezquita, disparando a algunos de sus miembros y deteniendo a otros". En este enfrentamiento, murió un agente. Sin luz ni teléfono Antes de que la policía desalojara la mezquita, las autoridades cortaron el suministro eléctrico y restringieron la comunicación telefónica en la zona. "El doctro Mahamid fue alcanzado por un francotirador. Las líneas de teléfono han sido cortadas", explicaba un testigo. Otro manifestante añadía: "El centro histórico está a oscuras y es difícil saber exactamente lo que está pasado". En los últimos días, Siria vive unas protestas sin precedentes contra el Gobierno. Los ciudadanos reclaman libertades políticas y el fin de la corrupción. El partido Baath, al que pertenece Al Assad, decretó el estado de emergencia en 1963 y ha prohibido la oposición. El martes, los manifestantes habían advertido de que no dejarán las protestas hasta que sus demandas sean atendidas.