La OTAN ha empezado este miércoles a desplegar las fuerzas navales que patrullarán por todo el Mediterráneo para supervisar el embargo de armas impuesto sobre Libia, según han confirmado fuentes de la Alianza, en cumplimiento de la decisión tomada el martes por los 28 países socios de la organización. El dispositivo, en el que España participará con una fragata, un submarino y un avión de vigilancia marítima, tendrán como misión impedir la entrada de armamento en territorio libio. La aplicación del embargo de armas es la primera aportación efectiva de la OTAN a la acción internacional en Libia. Desde hace varios días, un buen número de medios navales de la OTAN se encuentran en la zona central del Mediterráneo, a donde fueron trasladados desde sus respectivas bases para realizar misiones de vigilancia. En la misión no participarán las fuerzas de Alemania, que ha ordenado retirar todas sus naves de las operaciones de la OTAN en el Mediterráneo a pesar de haber dado luz verde a los planes aliados. Debate en la coalición Mientras despliega sus barcos frente a la costa norteafricana, la Alianza sigue discutiendo su papel en la operación aérea, una cuestión que ha dividido a los miembros de la organización. Pese a las discrepancias iniciales, el debate avanza con "un ambiente positivo" después de que el martes Francia, Reino Unido y EEUU se pusiesen de acuerdo en que la OTAN juegue "un papel clave" en la estructura de mando de las operaciones militares. A priori, la Alianza se ocuparía de coordinar las acciones militares para mantener la zona de exclusión aérea sobre Libia, mientras que a propuesta de París se establecería una "dirección política" conformada por los ministros de Exteriores de los países participantes en la coalición internacional, incluidos aquellos que no pertenecen a la OTAN. Los detalles del reparto de funciones están aún por definir, pero algunos gobiernos, como el español, ya han apoyado una separación de los planos militar y político y se muestran "cómodos" con la fórmula planteada por Francia, según ha señalado la ministra de Defensa, Carme Chacón.