El presidente de EEUU, Barack Obama, condenó hoy "en los términos más fuertes posibles" el atentado que causó al menos una muerte y una treintena de heridos en una explosión junto a un autobús en los alrededores de Jerusalén. "Condeno en los términos más fuertes posibles el ataque con bomba que se produjo hoy en Jerusalén, así como los misiles y morteros disparados desde Gaza en los últimos días", dijo el presidente en un comunicado difundido por la Casa Blanca. Obama ofreció sus "más sentidas condolencias" a los heridos y asesinados durante la explosión, que se produjo en hora punta, y recordó que "nunca hay una justificación posible para el terrorismo". "Estados Unidos llama a los grupos responsables a poner fin a estos ataques de forma inmediata, y subrayamos que Israel, como todas las naciones, tiene derecho a la autodefensa", indicó. El presidente transmitió también su pésame a las familias de los cinco palestinos fallecidos el martes en Gaza, durante un bombardeo de la artillería israelí contra una vivienda en el barrio de Shayaíe. Además, destacó "la importancia de la calma" y urgió a "todas las partes" a hacer "todo lo que esté en su poder para prevenir más violencia y muertes de civiles". La explosión se produjo a las tres de la tarde locales (12:00 GMT), al estallar una carga de entre uno y dos kilos de explosivo escondida en el interior de un bolso, junto a una cabina telefónica y dos autobuses regulares llenos de pasajeros. De momento, ninguna organización o grupo armado se ha adjudicado la autoría del ataque. Desde el año 2004 no se había producido ningún atentado con bomba en Jerusalén, si bien en marzo de 2008 se registró un ataque armado contra un centro rabínico.