Los embajadores de los países de la OTAN han aprobado un plan de operaciones para apoyar la decisión adoptada el pasado jueves por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre el embargo de armas a Libia, según recoge un comunicado divulgado por la alianza.

Los Veintiocho deberán reunirse de nuevo para ultimar los detalles de este plan, que podría incluir la utilización de los aviones y los buques aliados para evitar la entrada de armas destinadas a las fuerzas del mandatario libio, Muamar Gadafi.

Horas antes, la organización internacional ha aplazado la decisión de intervenir en el país árabe, a pesar de que las autoridades militares aliadas han seguido adelante con los planes de contingencia para distintos escenarios operativos durante sendas reuniones celebradas el sábado y el domingo en Bruselas.

Los embajadores de Turquía y Alemania se han manifestado en contra de la implicación de la OTAN, al igual que el de Francia, que ha argumentado que su participación no sería bien acogida en la región, a la luz de los resultados en Afganistán. En cambio, Estados Unidos, Reino Unido y Canadá son partidarios de dicha intervención.

Entretanto, fuerzas francesas, estadounidenses, británicas, italianas y canadienses han comenzado a atacar las defensas antiaéreas del régimen libio y otros objetivos militares como carros de combate y vehículos blindados. Otros países como España, Bélgica, Dinamarca, Noruega y Qatar han comprometido medios aéreos y navales.