El Ministerio de Sanidad de Japón ha instado este lunes a los residentes en un pueblo Iiate de la prefectura de Fukushima a no beber agua del grifo debido a los materiales radiactivos detectados en ella, aunque ha descartado que su consumo suponga un riesgo inmediato para la salud humana, informa la televisión estatal NHK. De acuerdo con las mediciones realizadas, el agua de la localidad triplica los niveles normales de radiación.En consecuencia, ha desaconsejado a sus 3.700 habitantes el consumo de agua, aunque ha señalado que esta es apta para la higiene personal y para cocinar los alimentos. En referencia a la radiactividad advertida en los vegetales cultivados en las prefecturas de Gunma, Tochigi (centro) y Chiba (centro-este), el organismo ha asegurado que no supone una amenaza para la salud, pese a que rebasa los límites normales. Envío interrumpido En estas prefecturas, ubicadas al sur de Fukushima, se ha detectado una radiación excesiva en las hojas de espinaca. Así, las autoridades de Gunma han ordenado a las cooperativas locales que interrumpan el envío de productos hortícolas y asuman la devolución de los ya enviados. El mayor problema está en las espinacas de algunas localidades de Ibaraki (centro-este), que superan 27 veces los niveles legales de radiactividad. Sin embargo, las autoridades han delegado en los gobiernos municipales la decisión de cesar voluntariamente el comercio de alimentos posiblemente contaminados. Ayer, domingo, se detectaron trazos de yodo en leche de Fukushima, por lo que se ha parado la venta de leche fresca procedente de esa provincia, donde se encuentra la planta nuclear con dificultades para enfriar sus reactores desde el seísmo de 9 grados del día 11. El Gobierno reitera, no obstante, que ello no supone un riesgo para la salud, como tampoco es peligroso exponerse a la lluvia, que este lunse cae con fuerza sobre la capital japonesa.